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miércoles,
13 de
diciembre de
2006 |
El municipio salió a inspeccionar
de día a los boliches bailables
La idea es poder controlar todo lo que no se puede durante la noche. Participan Defensa Civil y los bomberos
El municipio comenzó ayer a inspeccionar los 24 boliches habilitados de Rosario y continuará haciéndolo todo el verano, a razón de dos locales por día, en una práctica que refuerza las revisiones nocturnas que se realizan viernes, sábados y domingos. El chequeo arquitectónico, pero también de higiene y seguridad, está en manos de un equipo de siete agentes de distintas reparticiones municipales que integra también los Bomberos Zapadores. La actividad se extenderá a los bares con amenización musical, salones de fiestas, teatros y cines. Mañana será el turno de Soho (Salta 2298) y El Picadero (Urquiza 1365).
El operativo comenzó ayer por la mañana en Pichincha. El primer boliche en recibir a los sabuesos fue Madame (Brown 3126). Y luego le tocó el turno a Willie Dixon (Suipacha 98 bis).
El titular de Inspección municipal, Henry Fabro, dijo que ambos lugares pasaron la prueba. "Tenían todo en orden, sólo recomendamos reformar algunas señalizaciones", dijo en referencia a los indicadores lumínicos fosforescentes de las escaleras.
En materia de habilitación también estuvo todo okey. Al menos eso aseguró el responsable de la repartición, Gustavo Leone. "Se controla que persistan las condiciones edilicias con las que contaban los locales cuando se autorizó a sus dueños a trabajar: que no se alteren las salidas de emergencia, no se construyan entrepisos o se haya tirado un muro, por ejemplo. Y nada de eso se dio en estos dos boliches. Madame hace seis meses hizo transferencia de titular y Dixon tramitó un cambio de rubro a confitería bailable hace apenas tres meses. Todo en regla", indicó.
Fabro negó que las recorridas sean producto del efecto Cromañón. Dijo que es parte de la rutina anual y remarcó que junto a él recorrieron los locales personal de Defensa Civil, Habilitación y del cuartel de bomberos.
Todos los agentes fueron acompañados por responsables o profesionales contratados por los boliches que chequean la observación y toman nota de las cuestiones a mejorar. "En Madame, por ejemplo, estuvo la arquitecta del lugar", indicó Fabro.
La idea es observar por la mañana todo lo que no se puede apreciar por la noche, cuando los boliches están llenos de gente. Las condiciones edilicias, salidas de emergencia, las señales luminosas de las escaleras, los hidrantes para incendios y los detectores de metales, son algunos de los aspectos que son observados por este equipo interdisciplinario de agentes.
"Se hace un informe y si hay alguna deficiencia -especificó Fabro- se anoticia a los responsables del lugar para que hagan los arreglos antes de seguir funcionando. En caso de que sea necesario aplicar una multa, entra también en juego la Justicia de Faltas".
El funcionario recordó además los horarios en que deben funcionar los boliches. "Viernes y sábado se corta a las 5.30 y jueves y domingos a las 3. Nosotros controlamos que eso se cumpla, pero si alguien advierte este u otro incumplimiento puede denunciarlo a la Guardia Urbana Municipal (GUM)", propuso. Para tal efecto se puede llamar a la línea gratuita de la GUM 0800-4440909, ó bien al 480-4787
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