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domingo,
10 de
diciembre de
2006 |
Pánico en la oscuridad
Olga Rudakova, psicóloga del hospital Nº-17 donde se desató el incendio que mató a 45 mujeres, dijo a la cadena de televisión NTV que la mayoría de los muertos eran menores de 35 años, adictas a las drogas y contagiadas con el virus del sida. Muchas de ellas padecían además desórdenes psicológicos.
"Las luces se apagaron y comenzó el pánico", dijo. "Todas pudieron haberse marchado, no había pacientes que no pudieran caminar", aseguró.
Ciento sesenta personas fueron desalojadas del edificio, de las cuales 10 fueron hospitalizadas a causa de envenenamiento por monóxido de carbono.
Llorosos familiares de los fallecidos llegaron al centro de ladrillos con rejas blancas en las ventanas mientras las ambulancias iban y venían. Los cristales de algunas ventanas se habían roto, pero las rejas continuaban intactas.
"A juzgar por la posición de los cadáveres, las personas realmente intentaron salir pero sólo había una salida de incendios disponible", añadió la psicóloga.
Casi todas las pacientes habían sido internadas a pedido de sus familiares.
El fuego estalló en un gabinete de madera en una cocina al final de un pasillo en el segundo piso del hospital, factor que llevó a sospechar que se trató de un incendio premeditado, y la única otra salida, al otro lado, estaba bloqueada por una puerta cerrada. Las ventanas con barrotes estaban cerradas con candados que el personal del hospital no logró abrir.
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