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sábado,
09 de
diciembre de
2006 |
La OEA intenta revivir el proceso de paz en Colombia
Bogotá. - La OEA anunció ayer que está haciendo contactos con los desmovilizados jefes paramilitares colombianos recluidos en una cárcel para reunirse con ellos y convencerlos de que regresen a la mesa de negociación, después de haber anunciado que ponían fin a los contactos con el gobierno.
El jefe de la misión internacional de la OEA (Organización de Estados Americanos) en el proceso de paz, el argentino Sergio Caramagna, explicó que su propósito en las negociaciones es restablecer la comunicación entre las partes. "Si uno analiza el proceso desde el principio, es una sucesión de tropezones, unos más importantes que otros. Este ha sido el más atípico de los procesos de desmovilización, pero se debe superar", indicó el jefe de la misión a Caracol Radio.
El delegado internacional dijo estar haciendo contactos para viajar la próxima semana a encontrarse con los líderes de ultraderecha, quienes están recluidos en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí (noroeste colombiano). "Vamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mejor la comunicación para restablecer la confianza con todos los que estén dispuestos a hablar y creo que ya eso hora de retornar algunas cosas y de replantear, incluso si fuera necesario, alguno de los procedimientos y mecanismos", dijo.
Caramagna sostuvo que los jefes ex paramilitares deben continuar con el proceso de paz que iniciaron con el gobierno colombiano y seguir con su proceso judicial una vez se acojan a la ley de Justicia y Paz, marco jurídico para su desmovilización.
El delegado de la OEA anunció que a principio del próximo año serán destruidas todas las armas que entregaron los desmovilizados de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia).
Asimismo, la comisión de paz de la Cámara de Representantes y la Iglesia Católica concertarán encuentros por separado con los jefes de ultraderecha para convencerlos de que regresen a la mesa de negociación.
Por su lado, el presidente colombiano, Alvaro Uribe, aseguró que tiene toda la voluntad para seguir negociando un proceso de paz con los paramilitares desmovilizados, después de que éstos anunciaran el fin de las conversaciones.
Uribe le pidió a la fiscalía general que agilice el proceso de judicialización o segunda fase, en la que deberán ser llamados a versión libre todos los desmovilizados de las AUC.
El anuncio de la ruptura del proceso fue hecho el miércoles por el jefe de ultraderecha Ernesto Báez, quien aseguró que los aproximadamente 31.000 ex combatientes que integraban las filas del grupo armado ilegal "quedan en libertad para que tomen el camino que quieran".
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