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 sábado, 09 de diciembre de 2006  
Según la jueza no existían "elementos serios y verosímiles" para investigar
Concluyen que no hubo fraude en el Registro de la Propiedad
La denuncia había sido impulsada por el ingeniero que bloqueó el sistema y paralizó ese organismo

La jueza de Instrucción Nº6, Raquel Cosgaya, archivó la causa que el ingeniero responsable de la estructura informática del Registro de la Propiedad de Rosario, Juan Carlos Blödorn, había iniciado contra el Colegio de Escribanos. Acusaba a la institución de "eliminar el control de las estampillas" provocando "una importante disminución de ingresos a la repartición pública, del orden de los 150 mil pesos mensuales, generados por la ley convenio". Pero la jueza concluyó en la "inexistencia de elementos serios y verosímiles para continuar" la investigación. Es más, la resolución señala "la existencia de evidentes desaveniencias entre el denunciante y el Colegio de Escribanos, motivadas por cuestiones de índole económico contractual".

En un hecho inusual, Blödorn bloqueó el 11 de octubre pasado las claves de acceso y desconfiguró todos los programas del Registro General para forzar una negociación por un conflicto económico con las autoridades del Colegio de Escribanos, con quienes suscribió un contrato de servicio. El parate provocó un desorden administrativo sin precedentes durante dos días y hasta motivó que dos abogados rosarinos radicaran una denuncia en los Tribunales para exigir que se investigara el caso. (ver aparte)

Ahora, el juzgado de Instrucción Nº6º dispuso -en una resolución fechada el 24 de octubre- el cese de la instrucción y el archivo de la causa que inició Blödorn en marzo de este año contra el Colegio de Escribanos. El ingeniero acusaba a la institución de suprimir controles (creados por su empresa) durante la gestión de Agustín Amuchástegui al frente del colegio. Más precisamente, los de impresión de estampilllas destinadas a la percepción de las tasas por la "ley convenio", y la inutilización del folio real electrónico.

Y aunque en mayo la fiscal del caso, María Eugenia Iribarren, había recomendado archivar el caso por falta de pruebas, el fiscal de Cámaras Nº3, Danilo Imhoff, se pronunció en favor de proseguir el proceso. Fue así que pasó a intervenir otra fiscalía, en este caso la Nº4, a cargo de Cristina Rubiolo, quien impulsó la instrucción del delito de defraudación por administración fraudulenta.


En el plano de las sospechas
Ahora, la jueza Cosgaya desestimó las acusaciones por falta de elementos para continuar con la investigación. Entre sus fundamentos, dijo que "la eventualidad de duplicidades y consecuente actividad ilícita escapan al control jurisdiccional; y si existieran, no le corresponden a la instancia judicial arbitrar los remedios a fin de evitarlo".

Respecto a la duplicación de estampillas, la magistrada no pudo constatar ni a través del testimonio del propio Blödorn que haya existido falsedad. "No se logra superar el plano de las simples sospechas o suposiciones", menciona la resolución.

Cosgaya consideró que la decisión del Colegio de Escribanos de suprimir tales mecanismos "resulta una manifestación del ejercicio de la potestad administrativa", y que si hubiere alguna responsabilidad, "debe ser deslindada a través de mecanismos administrativos disciplinarios". Igual argumento esgrime el Tribunal ante la supresión del folio real electrónico y de los formularios para fotocopias.

Como la fiscal impulsaba la instrucción del delito por "defraudación por administración fraudulenta", la jueza destacó: "No existen elementos que determinen abuso de confianza frente a bienes ajenos para actuar con dolo. Se observa que ni siquiera en grado de sospecha los directivos del Colegio de Escribanos hayan actuado movidos por tales designios".

El dictamen toca además la cuestión de fondo. "No resulta ocioso destacar la existencia de evidentes desaveniencias entre el denunciante y el Colegio de Escribanos, motivadas por cuestiones de índole económico contractuales, y que se habrían iniciado cuando la institución decidió desvincularse de los servicios de Blödorn".
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