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sábado,
02 de
diciembre de
2006 |
Fidel Castro estuvo ausente en un desfile por sus 80 años
La Habana- El convaleciente líder cubano, Fidel Castro, estuvo ausente hoy en un desfile militar para conmemorar su cumpleaños 80, aumentando la incertidumbre sobre su estado de salud.
Su lugar fue ocupado por su hermano Raúl, un general de 75 años que gobierna interinamente Cuba desde el 31 de julio, cuando Castro anunció que cedía el poder por primera vez en casi 50 años a raíz de una enfermedad no revelada.
El desfile militar, el primero en una década, concentró la atención dentro y fuera de la isla en busca de indicios sobre la salud del hombre que ha gobernado Cuba durante casi medio siglo.
“Qué grande ha sido la sorpresa y frustración para nuestros enemigos (...) al presenciar el ejemplo de firmeza, ecuanimidad, madurez y confianza en sí mismo que ha dado nuestro pueblo en los últimos cuatro meses”, dijo Raúl Castro en un discurso en la Plaza de la Revolución de La Habana.
El presidente interino no dijo ni una palabra sobre la salud de Fidel Castro, que estuvo esta semana ausente de los festejos diferidos de su cumpleaños 80 porque, según el mismo explicó en un mensaje escrito, sus médicos consideran que no está todavía en condiciones.
En su ausencia existe en Cuba una “unidad monolítica” entre el pueblo, el ejército y el gobernante Partido Comunista, dijo Raúl Castro.
“Esa unidad es nuestra principal arma estratégica, que ha permitido a esta pequeña isla resistir y vencer tantas agresiones del imperio (Estados Unidos) y sus aliados”, dijo tras pasar revista a las tropas en un jeep de fabricación soviética.
El vicepresidente cubano, Carlos Lage, dijo el viernes que Castro se recupera y seguiría “conduciendo” Cuba.
No está claro, sin embargo, cuándo ni en qué papel volvería a la vida pública.
Raúl Castro criticó a Estados Unidos, el enemigo jurado de Cuba desde el triunfo de la revolución en 1959, aunque pareció tenderle al mismo tiempo una mano.
“Sirva la oportunidad para, nuevamente, declarar nuestra disposición de resolver en la mesa de negociaciones el prolongado diferendo entre Estados Unidos y Cuba”, dijo.
Pero, aclaró, siempre que Washington acepte la independencia y soberanía de Cuba.
“Con independencia de ello, proseguiremos consolidando la invulnerabilidad militar de la nación. Preservaremos, al precio que sea necesario, la libertad del pueblo y la independencia y soberanía de la patria”, dijo Raúl.
El desfile fue abierto por una réplica del Granma, el yate en el que Castro, Raúl y otros 80 rebeldes desembarcaron el 2 de diciembre de 1953 en el este de Cuba para iniciar la lucha guerrillera contra el dictador Fulgencio Batista.
Marcharon también miles de niños con banderas cubanas en la mano, tropas y el viejo arsenal cubano de la era soviética, desde tanques T-55 hasta aviones de combate MiG 29.
El desfile de aproximadamente hora y media será cerrado por unos 300.000 civiles.
A los pies del mausoleo al héroe de la independencia, José Martí, en la Plaza de la Revolución estaban algunos mandatarios latinoamericanos como el boliviano Evo Morales, el haitiano René Preval y el electo nicaragüense Daniel Ortega. (Reuters)
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