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sábado,
02 de
diciembre de
2006 |
Caso Litvinenko: contacto italiano se encuentra en cuarentena
Londres- Tras la muerte por envenenamiento del ex espía ruso Alexander Litvinenko, ahora se encuentra en cuarentena el consejero de seguridad italiano Mario Scaramella, que se reunió con él en Londres el pasado 1 de noviembre.
Scaramella, en cuyo organismo se ha detectado la presencia del polonio 210, la sustancia radiactiva que causó la muerte a Litvinenko, está siendo tratado en el mismo hospital londinense donde murió la semana pasada el ex agente ruso.
El italiano, de 36 años, no muestra ningún síntoma de enfermedad, según indicaron hoy los médicos que le atienden. No obstante, se teme que enfermará.
Litvinenko y Scaramella se reunieron el pasado 1 de noviembre en un sushi Bar de Londres. Esa misma noche el ruso exiliado en Gran Bretaña se quejaba de molestias y acudió a un hospital.
Tres semanas más tarde murió como consecuencia de un envenenamiento con polonio 210.
Scaramella, sin embargo, concedió una entrevista que el viernes publicaba “The Guardian” en la que afirma que no siente ninguna molestia. Poco después se le informaba que se habían detectado restos de la sustancia radiactiva en su organismo.
Aun cuando la dosis encontrada es mucho menor que la que mató a Litvinenko, los médicos temen por la vida del italiano. La cantidad constituye “una grave amenaza para su salud”, citó hoy el diario “The Guardian” a un portavoz de las autoridades sanitarias.
El principal temor es que Scaramella pueda morir de cáncer. Posiblemente podría tardar semanas o meses hasta que se tenga certeza sobre las consecuencias de la radiación.
Además, también en la esposa de Litvinenko, Marina (de 44 años) se encontraron rastros de polonio 210, aunque según las autoridades sanitarias británicas, el peligro que corre es “mínimo”.
Mientras, el viernes se realizó la autopsia del cadáver de Litvinenko y, según informaciones de “The Guardian”, el cuerpo recibió una dosis de polonio 210 que lo podría haber matado más de 100 veces y corresponde a un valor de 20 millones de libras (31 millones de dólares).
Un portavoz del Kremlin dijo al periódico que Rusia produce la sustancia radiactiva sólo en una ciudad cuyo acceso está vedado a extranjeros. Cada mes, Rusia exporta bajo estricto control ocho gramos a empresas estadounidenses. Que el material haya sido robado o contrabandeado está totalmente descartado, añadió. (DPA)
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