Pami no me da los medicamentos

Soy un jubilado de 79 años, cobro de bolsillo apenas 443 pesos por mes y padezco de una enfermedad cardíaca (vasculopatía periférica, según lo diagnosticado por mi cardióloga Graciela Urtado). Y como si todo esto no fuera suficiente, soy beneficiario de Pami. No puedo más que expresarlo con preocupación tras enterarme por una empleada de farmacia de la obra social que deberé prescindir por unos meses de los dos medicamentos que me venían proveyendo gratuitamente y que consumo cada día: apósitos de trinitrato de glicerol y los comprimidos vasodilatadores buflomedil. Hace un año que me entregan la caja de 30 apósitos para el mes (cada apósito cuesta 1,90 pesos). La última me la dieron el 20 de noviembre, pero me dijeron en la farmacia del subsuelo de la obra social que tenían “problemas de personal” y que sacara un número para la próxima entrega. Tuve la “suerte” de salir sorteado para el 20 de abril de 2007. Y hasta que eso suceda deberé desembolsar de mi bolsillo 58 pesos por mes. Lo mismo me sucedió con los comprimidos. Tomo dos por día, hasta el 22 de diciembre próximo estoy cubierto, pero para contar gratuitamente con más pastillas deberé esperar hasta el 2 de mayo, y en tanto pagar cada 30 días unos 52 pesos. Mi médico de cabecera me dijo que esta medida era un “disparate”. Y les aseguro que no soy el único jubilado que la padece, cuando hacemos cola en la farmacia (una vez para llevar la receta que nos dio el médico, y otra para retirar los medicamentos; tres trámites cada vez), hablamos entre los que padecemos a Pami. ¿Se entiende? Deberé vivir los primeros meses del año próximo sin medicamentos y con 333 pesos al mes, con los cuales intentaré arreglármelas para comer y pagar impuestos. Entretanto me distraeré haciendo trámites para operarme del corazón y acudiré una vez más a la ayuda económica de mis hijos que no nadan precisamente en la abundancia, todo un “orgullo” a mi edad. ¡Gracias Pami!

Emilio Gómez Grandoli, 5.969.652