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 jueves, 30 de noviembre de 2006  
La marca Smart tiene una nueva chance para intentar sobrevivir

Si con el nuevo ForTwo, desarrollado según las exigencias del mercado de Estados Unidos, no consigue obtener beneficios, su futuro puede verse seriamente comprometido, así lo aseguran especialistas del mercado

Su salvación depende en buena parte de que las ventas que lleguen del otro lado del Atlántico permitan alcanzar el nivel mínimo previsto por sus dirigentes.

Esta oportunidad es una concesión de Dieter Zetsche, el presidente de DaimlerChrysler, quien hace un año, cuando estaba a punto de asumir el mando del grupo, se encontró con que sus antecesores habían encargado a Goldman Sachs la búsqueda de un comprador para Smart. Ahora, los máximos responsables de este minivehículo aseguraron que en el 2007 dará beneficios.

La idea original de Smart no surge en la industria del automóvil sino de la relojera. Fue Nicholas Hayek, el entonces presidente de SMH, fabricante de los Swatch, quien quiso llevar el mismo principio de «diseño simple a bajo precio» al automóvil y buscó un socio industrial.

Volkswagen estudió el proyecto y lo rechazó pero Mercedes vio una oportunidad y aceptó el reto. En poco tiempo quedó claro que se pueden hacer relojes de plástico pero no coches.

SMH salió de la sociedad, pero la automovilista siguió adelante construyendo una fábrica en Francia con capacidad para 200.000 unidades al año. Todo esto supuso una inversión de 2.115 millones de euros en los años 1996 a 1998.

Finalmente, después de algunos retrasos debidos a problemas en la puesta a punto, el Smart salió al mercado.

Cumplía la mayoría de las promesas hechas por su fabricante salvo la de ser barato. Y las ventas no alcanzaron los mínimos previstos para rentabilizar la inversión. Se probó a ampliar la oferta de la marca con modelos deportivos y de cuatro puertas, pero se acabaron cancelando porque no hacían más que sumar pérdidas.

Y se volvió a la idea original, el modelo de dos plazas ForTwo, del que a pesar de todo se han vendido 750.000 unidades en ocho años, rediseñándolo para que pasara las pruebas de choque en EEUU.

No se especificaron precios puesto que las ventas reales se iniciarán en abril en Europa y a final de año en Estados Unidos. Pero se asegura que serán similares a los del modelo actual.

El voladizo delantero sobresale siete centímetros más para dar más protección en caso de choque. Interiormente también es más amplio y tiene mayor capacidad para equipajes.

Mantiene en su oferta los dos tipos de carrocería. Una cerrada, con techo traslúcido, y otra descapotable eléctricamente incluso en marcha. Los neumáticos delanteros son más anchos, para mejorar su comportamiento y el cambio automático es nuevo y más suave en su funcionamiento.

En cuanto a los motores, los de nafta son nuevos, fabricados en Japón por Mitsubishi. Cubican 0,7 y un litro respectivamente y tienen potencias de 61 y 71 caballos.

Hay una versión turbo del motor de un litro que desarrolla 84 caballos. En cuanto al motor diesel de 0,8 litro, tiene 45 caballos y consume menos de 3,5 litros a los 100 kilómetros. G
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