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domingo,
26 de
noviembre de
2006 |
Tiro crece y lo demostró con un triunfo en Córdoba
Elbio Evangeliste / La Capital
Para salir a flote a veces es necesario tocar fondo. Tiro no era un desastre en el proceso de Abratti pero tras el cambio de técnico comenzó a mostrar otra cara. Al menos ahora gana los partidos que antes se le escapaban. Anoche la víctima fue el conflictuado Instituto, al que ajustició por 1 a 0 luego de que la pequeña humanidad de Nicolás Croce (1,65 metros) ganara de cabeza en el área cordobesa.
El tiempo que ambos equipos se tomaron para estudiarse jugó en contra del espectáculo. Igual mucho no tenían para mostrar. Es que a Tiro le costó meterse en el juego, sobre todo desde mitad de cancha hacia adelante, donde Perezlindo se debatía en terrible soledad ante los cuatro defensores de la Gloria. Del lado de Instituto también poco y nada. Que en el banco haya estado un técnico interino y en la platea el que asumirá era la muestra más acabada de lo que los rojiblancos estaban en condiciones de dar.
Igual la cosa se fue haciendo entretenida, producto de un cabezazo de Giménez (29') que Silvonei envió al córner y de una arremetida de Villalba por el segundo palo (37') en la que todos gritaron gol. Pero Tiro a esa altura no era el equipo timorato de los primeros minutos, porque Penta cuando podía y quería encaraba y llegaba por izquierda y porque Croce empezó a mostrar mayor movilidad.
Fue precisamente el mediapunta tirolense quien dejó a Perezlindo en una situación inmejorable (33'), pero el delantero en lugar de pegarle al arco decidió enganchar y la perdió. Eso no le sirvió como escarmiento al ex Unión, quien veinte segundos después volvió a encarar solo por derecha y, desde una posición inmejorable, optó nuevamente por el enganche. No sólo perdió la pelota, sino que tras fingir una falta dentro del área se ganó la amarilla.
La gran jugada que Croce ensayó al final del primer tiempo (terminó con un zapatazo de Penta a las nubes) fue un buen augurio. Es que el Enano fue el autor material del triunfazo que los Tigres se trajeron de Alta Córdoba. El autor intelectual fue Perezlindo, que recibió por izquierda (pareció offside), eludió en la carrera a Sanchirico y la puso justa para que el gurrumín Croce la clavara de cabeza al ángulo superior derecho de De la Fuente.
Los cuarenta minutos que restaban por desandar fueron sin demasiadas emociones, pero la imagen con mayor sustento fue la de un Tiro Federal que, con varios juveniles en cancha, mostró sobriedad en defensa (Melo fue el abanderado y Luna hizo un gran trabajo cuando reemplazó al lesionado Paparatto), la sapiencia necesaria para manejar la pelota en mitad de cancha y la saludable intención de ir por más. Por eso Penta estuvo cerca de ampliar la diferencia sobre el final.
La levantada de Tiro en las últimas fechas sumó ayer un nuevo capítulo y los Tigres demostraron que transitan el final del torneo de abajo hacia arriba. El cabezazo del Enano Croce fue el claro ejemplo de ello.
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Fotos
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Melo fue impasable en defensa.
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