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domingo,
26 de
noviembre de
2006 |
La oposición venezolana
cerró su campaña con un
llamado a derrotar a Chávez
Los partidarios del candidato presidencial Manuel Rosales colmaron masivamente las calles de Caracas
Caracas. - Con una multitudinaria marcha, el opositor Manuel Rosales cerró ayer su campaña electoral en la capital venezolana, en una de las últimas oportunidades para convencer a los votantes de apoyar su iniciativa de gobierno y sacar a Hugo Chávez del poder. Cientos de miles de personas, muchas de ellas vestidas del azul que ha identificado a la campaña opositora, ondeaban banderas venezolanas y gritaban consignas antiChávez.
A pesar de que la mayor parte de las encuestas favorece al actual mandatario, el gobernador del Estado de Zulia -separado temporalmente de su cargo- confía en alcanzar el triunfo en los comicios del 3 de diciembre, en los que Chávez asegura arrasará con 10 millones de votos. "Las encuestas verdaderas, no las compradas, las encuestas dicen que dentro de unos días Venezuela tendrá un nuevo presidente para la democracia social. Y si no están conformes, que vean esta otra encuesta en vivo", dijo Rosales ante sus seguidores.
El candidato opositor, de 53 años, reiteró su promesa de distribuir la riqueza petrolera de la nación -que dijo ahora se regala a otros países- mediante una tarjeta de débito denominada "Mi Negra", para la asignación directa de recursos a cada venezolano.
Los adversarios de Chávez, proyectaron que en la llamada "Gran avalancha tricolor" reunieron alrededor de un millón de personas. Los organizadores de la manifestación denunciaron que el gobierno obstruyó de diversas formas los accesos a Caracas para impedir que llegaran manifestantes de otras ciudades al acto.
En lo que se ha denominado una "guerra mediática", los medios privados -a los que Chávez ha acusado de golpistas y de dar menor cobertura a sus actos- mostraron nutridos grupos de personas en la marcha, mientras que la cadena televisiva estatal transmitía algunos de los sitios de menor concentración de personas en el encuentro.
Y así como los seguidores de Rosales acataron el llamado "Atrévete" de la consigna de su campaña, los "chavistas" ocuparon algunos sitios de Caracas como actos previos al cierre de la campaña de su líder hoy en la capital venezolana.
Por otra parte, en una céntrica avenida de la ciudad, el gobierno organizó un "megamercado" para que los habitantes de la capital pudieran comprar con precios de oferta los ingredientes para las hallacas, un plato típico navideño, así como el pernil de cerdo. En la "Feria Navideña de la Revolución" el gobierno dispuso de 300 toneladas de los alimentos, según dijo el viceministro de Alimentación, Rubén Alí Cisneros.
Chávez, por su parte, inauguró simultáneamente el metro de Maracaibo, en la capital de Zulia y bastión de Rosales. Posteriormente hizo una caravana por las calles de esa ciudad y habló a sus partidarios. En su arenga, el bolivariano pidió al presidente George W. Bush que "amarre a sus locos", a los que acusó de planificar actos desestabilizadores con motivo de las elecciones venezolanas.
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Fotos
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Rosales en la multitudinaria marcha.
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