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 domingo, 26 de noviembre de 2006  
La estrella de "Cantando por un sueño" cuenta los secretos de su éxito
Iliana Calabró: "El exhibicionismo me permitió romper tabúes y liberarme"
La actriz, que acaba de editar su primer disco, dijo que su trabajo está hecho "para lo que la gente quiere ver"

Pedro Squillaci / Escenario

"Tengo mucho talento por demostrar", dice Iliana Calabró y lo hace tan convencida que vale la pena escuchar sus argumentos. Sobre todo en un momento en que hay fuga de talentos en el horizonte mediático. Y ella es una figura mediática. Hizo un click en su vida a partir de un cambio de 180 grados de su imagen. De ser sólo la hija de Juan Carlos Calabró se convirtió en una suerte de sex symbol, capaz de mostrar su cuerpo sin un ápice de pudor y hasta de hacer una escena de lesbianismo en un teatro de revistas. Canta mal, lo sabe, sin embargo es una de las estrellas de "Cantando por un sueño", en "ShowMatch" y llena teatros en el interior presentando su flamante disco "La morocha argentina". "Era necesario tomar las riendas de mi carrera", afirma, mientras demora una llamada en handy, y Fanny, la empleada que trabaja en su casa, le dice que tiene otra llamada "importante" por el celular. Su vida es un reality, y es la vida que más le gusta vivir a Iliana Calabró.

-Venís superando las nominaciones de "Cantando por un sueño" y la gente te sigue votando pese a las críticas del jurado ¿Tu carisma es más importante que tu voz?

-Mirá, lo dijo (Oscar) Mediavilla en una devolución: "Yo no sé si es necesario cantar bien en este programa". Yo no soy cantante, ni lo pretendo ser, pero sí utilizo una disciplina como el canto para llegar a la gente porque es mucho más masivo que cualquier otra expresión. Un disco bien difundido tiene alcance nacional automáticamente, casi al igual que la televisión. A mí me está pasando, el fin de semana pasado estuve en Chubut y Tucumán, donde conocían perfectamente "Bailando el boom boom".

-¿A partir de tu cambio artístico, mostrar tu cuerpo y tu faceta exterior te sirvió de alguna manera para revelar tu interior?

-De alguna manera, el exhibicionismo, que pasa por algo aparentemente frívolo o externo, muchas veces sirve para que te puedas liberar en otros sentidos, sobre todo a partir de romper con ciertos tabúes y mandatos. Creo que a mí me dio un crecimiento personal, quizá por romper ciertos convencionalismos tontos, porque la esencia de la persona no cambia más allá de la forma. Hay una cosa que es la careta, lo superficial, pero eso no tiene por qué tocar y rozar con la persona que sos. Uno como artista integral es aquel que se sabe desenvolver en distintos géneros. Lo que aprendí de mi pasaje por la revista, que creo en este momento es para mí una etapa ya superada, es lo que me da hoy la solvencia suficiente para presentarme ante 10 mil personas, como me pasó en Trelew, o ante las 14 mil personas que había en San Isidro de Lules, en Tucumán. Creo que le perdí el miedo a ese monstruo que es el público.

-¿Realmente sentís que la revista ya es una etapa superada para vos?

-Sinceramente ya pasó. La etapa cerró cuando hice "Terminéstor" (el verano pasado en Villa Carlos Paz) porque marcó un momento en el género al instalar el tema de la homosexualidad femenina en un teatro de revistas (allí le daba un beso en la boca a Jessica Sirio). Entonces, ¿después qué vamos a hacer? Por eso me propuse trabajar en un nuevo desafío, una nueva cosa. Y surgió de mano de "Cantando por un sueño". No me consideraba a la altura de las circunstancias, pero se fue dando. Tengo mucho talento por demostrar y más allá de mis escasos recursos vocales, creo que, desde otro lugar, puedo ir sorteando las distintas sentencias que han venido y seguirán viniendo más que nunca.

-¿Archivaste a la vieja Iliana, o sólo a tu antigua imagen?

-No hay nueva y vieja Iliana, es siempre la misma. Lo que pasó es que creí que en un momento era necesario tomar las riendas de mi carrera, que se iba sobrellevando, sin altibajos, de una manera progresiva pero sin ninguna estridencia. Hay una frase que me encanta que dice: "Para asegurar el futuro es necesario convulsionar el presente". No es mía la frase pero la tomé como propia. Me parece que tirarse a la pileta, hacer cosas distintas para que me empiecen a pasar cosas distintas es lo que a la gente le gustó. En verdad, esa es la Iliana auténtica, la que trabaja para lo que la platea quiere ver. Soy consciente que a veces tendría ganas de hacer otras cosas pero sé que no son productos populares. Y yo quiero que la gente vea lo que tiene ganas de ver. Eso sí, hecho con calidad, porque no podría hacer otra cosa.
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Iliana Calabró lanzó el disco "La morocha argentina" y ya se agotó en las bateas.

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