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domingo,
26 de
noviembre de
2006 |
Innovación. En el país existen más de 50 emprendimientos y hay otros 20 en proyecto
Parques tecnológicos, nuevo terreno de negocios
La entidad que los nuclea realizó su cumbre en Rosario. La ciencia como vínculo entre los sectores público y privado fue el eje de debate
Patricia Martino / La Capital
La ciencia y la tecnología es una actividad económica cada vez más importante. El Estado invierte 0,56% del Producto Bruto Interno (PBI) en esta área pero, si bien se dejó atrás el 0,4% que se venía destinando, los hombres tecnológicos del país consideran que el piso debería ser 1% y pusieron como objetivo llegar a ese porcentaje para 2010.
Las incubadoras de empresas, parques y polos tecnológicos de la Argentina juegan un papel fundamental pero atraviesan un sendero de crecimiento que hoy se ve limitado por la falta de financiamiento para infraestructura. Los referentes del sector admiten que el papel que juega la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación (Secyt) para promover los proyectos, a través de diferentes programas como el Fontar, es clave, pero advierten que es necesario que el Estado defina una línea específica para financiar infraestructura, hoy la deuda pendiente para que muchos proyectos se desarrollen.
Las dificultades por falta de financiamiento que atraviesa el Polo Tecnológico de Rosario para concretar el proyecto del edificio tecnológico en el predio universitario de La Siberia confirman la problemática que enfrentan muchas de las incubadoras de empresas, parques y polos del país.
Así lo expresaron durante el 7º Encuentro Nacional de la Asociación de Incubadoras, Parques y Polos Tecnológicos de la República Argentina (Aipypt) que se realizó la semana pasada en Rosario.
El financiamiento
Como una primera respuesta a las inquietudes vertidas por los asistentes en el encuentro, Carlos Galián, presidente de Aipypt, informó que la asociación presentó un proyecto de ley para lograr financiamiento específico para parques y polos tecnológicos y que logró estado parlamentario. En el plano local, para apurar las soluciones, el Polo anunció que saldrá a la caza de inversores privados para financiar la construcción del edificio tecnológico que se radicará en el predio universitario de La Siberia.
Además, directivos del Polo adelantaron que se intensificarán los contactos con el gobierno nacional para lograr algún desembolso oficial "importante". Desde la entidad que agrupa a las empresas locales destacaron que los aportes del municipio, la provincia y la Nación deberían solventar "al menos" el 50% de los 8 millones de dólares presupuestados para que el proyecto sea viable.
Pero las buenas noticias también están a la orden del día. Carlos Stizza, secretario del Polo, señaló que ya se superó ampliamente el cupo de empresas interesadas en instalarse en el edificio tecnológico que se radicará en "el centro del conocimiento" de la ciudad. A su turno, Galián consideró que Rosario es un ejemplo de lo que pasa en el país y destacó que "aunque vamos lento y pausado, se avanza".
"Vamos en un proceso fantástico de crecimiento y consolidación, nuestra sociedad está transitando un cambio de paradigma de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento y nuestro país debe ir a una economía del conocimiento", apuntó.
Ante los reclamos de los empresarios tecnológicos reunidos en Rosario, Oscar Galante, director de programas y proyectos de la Secyt, expuso que "de 51 miembros de la Aipypt, 42 incubadoras, parques y polos fueron beneficiados con líneas de la secretaría" y aclaró que "el Estado está comprometido con el sector".
Por su parte, Esteban Cassin, miembro de la International Association of Science Parks (Iasp), advierte que la puesta en marcha de incubadoras de empresas, parques y polos tecnológicos "todavía atraviesa un proceso incipiente" y destacó que "le falta un grado de madurez propio de cada proyecto que ronda los 3 ó 4 años".
Una cuestión de Estado
Si bien subrayó que la tendencia es que año tras año se radiquen más emprendimientos de este tipo, remarcó que en la Argentina "falta financimiento para la conformación de parques o polos porque todavía no se toma a la innovación tecnológica como una política pública".
Respecto específicamente a las incubadoras de empresas, precisó que en Brasil existen alrededor de 300 mientras que en la Argentina llegan a 25. "Comenzamos en la misma época pero el crecimiento de Brasil fue más vigoroso", en Chile el proceso es más reciente pero tiene un buen sistema de financiamiento que acá no se ve", etalló Cassin.
Haciendo una radiografía de la situación local, el directivo de la Iasp consideró que "el Estado pone algunos fondos pero al sector privado le cuesta involucrarse y para colmo la vinculación público-privada es muy baja por desconfianza". Cassin agregó que del 0,56% del PBI que se invierte en la Argentina en ciencia y tecnología, el 80% proviene del sector público mientras que en otros países es a la inversa por eso mencionó que "falta sentido de la inversión".
Innovar para crecer
El séptimo encuentro nacional de Aipypt tuvo como slogan "Promoviendo empresas innovadoras" con el objetivo de incentivar la creación de nuevos proyectos, fortalecer los existentes o transformar una firma tradicional en innovadora.
En la Argentina, según un relevamiento difundido por la Aipypt, existen 67 proyectos de los cuales 43 son incubadoras y el resto parques y polos tecnológicos, que en su mayoría se encuentran en la provincia de Buenos Aires y en la región central del país.
Teniendo en cuenta la respuesta de 43 emprendimientos, se determinó que ocho se encuentran en una etapa de implantación, otros tantos en desarrollo, siete en la fase de planificación y tres en un período de trascendencia. Otro dato importante del análisis pasa por el origen de los proyectos: nueve son exclusivamente públicos, ocho privados y nuevo mixtos.
Respecto de la figura legal adoptada, el 25% se definió por una fundación, el 13% sociedad anónima, otro 13% por una asociación civil sin fines de lucro y un 4% por la unión transitoria de empresas. En el muestreo el mayor porcentaje se lo llevó otras alternativas con el 45%.
Al respecto, el titular de la Secretaría de la Producción de Rosario, Oscar Madoery, indicó que uno de los próximos pasos que se vienen en el parque tecnológico rosarino es definir la figura jurídica.
Según la recomendación de los especialistas, sería una fundación y estaría integrada por el Cerider, la UNR y UTN, junto a los gobiernos provincial, municipal, y otras universidades que puedan sumarse al proyecto.
Por otra parte, adelantó que la Secretaria de Planeamiento está trabajando en la reurbanización del área. El relevamiento de Aipypt advierte que las unidades promotoras de los proyectos son en primer lugar las universidades, luego le siguen los municipios, después otras entidades y el cuarto lugar le cabe a las provincias.
Además, consideró que el principal objetivo de la puesta en marcha de estos emprendimientos pasa por la creación de nuevas empresas y el desarrollo de la región. Como plazo medio de incubación de un proyecto se determinó un lapso de 30 meses. Si el destino tiene que ver con las tecnologías de la información y la comunicación el período se acorta, pero si la propuesta se refiere a biotecnología, los tiempos se extienden.
Un problema que detectó la asociación es que existen pocas acciones entre las empresas para promover el registro de la propiedad intelectual. Un 67% sí se ocupa de este tema, mientras que un 33% no. Además, en el relevamiento se expuso como una dificultad que de cuatro patente solicitadas sólo dos se obtienen.
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En el auditorio del Ariston el sector tecnológico debatió sobre su futuro.
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