Barrileteada para concientizar a los chicos sobre el sida

La entidad Rosario Vuela realizó a una barrileteada en el parque Scalabrini Ortiz en adhesión a una actividad de alcance internacional que tiene como finalidad concientizar a los niños sobre cuestiones como el virus del sida y también comprometerlos a no fumar ni consumir drogas.

  Rosario Vuela es una institución conformada por personas de Rosario y alrededores, cuyo objetivo es generar actividades solidarias a través de la remonta de barriletes. Se los conoce también como Batogasinos ya que forman parte de Barriletes a Toda Costa (Batoco) cuya sede se encuentra en Buenos Aires, donde desde hace 11 años, Rubén Sosa, médico pediatra del Hospital Elizalde (Casa Cuna), viene realizando una vez al año barrileteadas solidarias, con el fin de ayudar a los más chicos.

  Claudio Benedetti, integrante de Rosario Vuela, destacó la importancia de estos eventos y comentó que “a partir del taller que se organizó en la sala de Niños Enfermos de Cáncer y Leucemia del Hospital, se gestionó el primer listado único de donantes de médula ósea del país”.

  En esta oportunidad se planteó generar conciencia sobre el VIH. “Hay 2.100.000 menores de 15 años afectados con el virus. Existen 15 millones de niños que se enfrentan a la tragedia de haber perdido a uno o ambos progenitores. A menos del 10% de las embarazadas infectadas se les ofrece servicios para prevenir la enfermedad en sus hijos, sólo un 5% de los niños y niñas tienen acceso a los medicamentos que necesitan y menos del 10% de aquellos huérfanos recibe apoyo público. Desde 1981 el VIH ha infectado a 40 millones de personas y para 2020 se contagiarán otros 70 millones. Cada uno desde su lugar tiene algo que hacer”, plantearon desde la entidad.

  Esta fue la primera vez que Rosario se sumó al evento. “Nuestro grupo quiere aportar un pequeño granito de arena a la actividad que Sosa inició en Buenos Aires, él es el gestor de todo esto y nosotros lo único que buscamos es sumarnos a su iniciativa”. Si bien el epicentro estuvo localizado en las puertas del Hospital Garrahan de Buenos Aires, contó con la participación de otras provincias como Santa Fe, Formosa, Neuquén, La Pampa, Corrientes, Entre Ríos, Córdoba, Santiago del Estero, Salta, Tucumán e incluso recibió el apoyo exterior desde España.

  Rosario Vuela tiene una consigna: “Nada se compra, nada se vende”. Desde la organización dijeron al respecto: “Este es nuestro lema, no existen fines políticos, ni económicos, ni personales, sólo nos mueve las ganas de hacer algo por el otro. Nuestro interés es compartir el hobby de hacer volar barriletes y a través de esto tratar de darle a la gente algo de lo que necesita”.

  Resaltaron también el hecho de juntar a la familia. “Los padres y los chicos disfrutaron de tres horas juntos, lo que no es poco en este tiempo en que los niños están frente a la tele o un monitor de PC cuando tienen un tiempo libre”, dijo Benedetti.

  “Es fantástico elevar la vista y saber que del otro lado del hilo que remonta el barrilete hay un niño que al crecer dirá no a las drogas y se esta concientizando con respecto al sida. Si sólo uno de los niños convocados dice no y puede evitar el contagio del VIH, todo esto habrá valido la pena”, concluyeron desde la entidad.