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 miércoles, 22 de noviembre de 2006  
Policía procesado por facilitar el escape de un preso hospitalizado
El custodio salió una hora y no dio motivo convincente de su ausencia. En ese lapso, el paciente dejó su cama

Un policía fue procesado por facilitar la evasión de un preso que estaba internado en la guardia del Hospital Centenario bajo la vigilancia de policías de la comisaría 2ª. El detenido llegó al centro asistencial por una enfermedad infectocontagiosa, pero seis horas después de su ingreso los enfermeros descubrieron que su cama estaba vacía y avisaron al destacamento policial. El agente que lo vigilaba quedó imputado en una causa penal porque regresó al lugar una hora más tarde y no pudo explicar adónde había estado.

La jueza Correccional Georgina Depetris envió a juicio al agente Eduardo Rodrigo C., de 27 años, por actuar con negligencia en la custodia del interno que abandonó su cama en el Centenario la madrugada del 29 de julio de 2006. El detenido estaba acusado de robo calificado y resistencia a la autoridad en el juzgado de Sentencia Nº 6.

La medida indica la probabilidad de que el efectivo haya incurrido en esa negligencia. Si la resolución queda firme, el agente sería sometido a un juicio por un delito derivado de sus funciones. Además de dictar el procesamiento del agente, que se encuentra en libertad, la jueza Depetris le impuso un embargo por mil pesos.

El efectivo procesado se desempeñaba en la comisaría 2ª cuando un detenido alojado en el penal de esa seccional fue enviado al hospital, tras detectarse que padecía tuberculosis infecciosa. Claudio Rubén Diris, de 22 años, llegó a esa dependencia luego de que su madre presentara un recurso de hábeas corpus por las condiciones en las que se encontraba, enfermo de tuberculosis, mientras estuvo preso en la comisaría 32ª.

Al llegar a la céntrica comisaría 2ª, un médico constató que padecía de tuberculosis contagiosa y ordenó su traslado al Centenario. Allí duró apenas seis horas. A las 2.40 de la madrugada el personal detectó que la cama de Diris estaba vacía y avisó a los policías del destacamento del hospital. Estos dieron conocimiento de la evasión a la seccional 7ª, con jurisdicción en la zona. El custodio regresó una hora más tarde y, según la acusación, no pudo dar explicaciones convincentes acerca de su ausencia.

Los policías corroboraron que en la sala donde había estado Diris sólo quedaba una bolsa con un calzoncillo, un short, un jabón, papel higiénico, un par de ojotas y dos paquetes de galletitas. El detenido se había escapado descalzo y vestido con un jogging azul y una remera color crema. Los patrulleros salieron a buscarlo en las inmediaciones, pero no lo encontraron. Según fuentes de la causa, todavía permanece prófugo.

Diris ya había protagonizado una fuga el 17 de septiembre de 2005, cuando diez reclusos escaparon de la comisaría 1ª durante el horario de visitas. Los evadidos hicieron un boquete en una pared del recinto en el que esperaban unos 15 familiares. De allí pasaron a un vestuario, salieron a un pasillo y finalmente ganaron los techos de la comisaría y huyeron por las azoteas vecinas.
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La fuga fue en el hospital Centenario.



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