Nadal y Federer dieron una lujosa exhibición en Corea del Sur

Cuando Roger Federer y Rafael Nadal se enfrentan no hay exhibición que valga. Ayer Seúl, la capital de Corea del Sur, asistió a un partido entre los dos mejores tenistas del mundo, que lejos de tomarse el duelo con la relajación habitual de estas citas, dejaron todo para ganarse.

El suizo se despidió de la temporada 2006 como más le gusta, ganando. Federer, número uno del mundo, se impuso al español Nadal, segundo del ránking, por 6/3, 3/6 y 6/3.

El partido no tiene valor para las estadísticas oficiales, pero fue el tercer triunfo consecutivo del suizo sobre el español tras la final de Wimbledon y la semifinal del Masters de Shanghai.

Y es que la guerra psicológica que acompaña a los que se prevé que sean los dos tenistas preponderantes de los próximos años no permite ninguna tregua.

Federer, campeón el domingo último en Shanghai, necesitó una hora y 17 minutos para batir a Nadal, su rival más duro en el circuito. El suizo trató de equilibrar el balance negativo que tiene con el español, aunque sea en un duelo que no se contabilizará.

El partido, definido como "súper match" en el pabellón Chamsil, lo dominó Federer desde el principio. Sólo necesitó 24 minutos para quedarse con el primer set con un break. En el octavo juego del segundo set los dos tenistas se esforzaron al máximo con puntos espectaculares que merecieron la ovación de todos los aficionados. El zurdo español de 20 años quebró el saque de Federer y se llevó el segundo set.

En el tercero se mantuvo la paridad en los ocho primeros juegos, antes de que Federer aprovechara los errores de su rival. El partido lo concluyó el cuatro veces campeón de Wimbledon con un ace, dejando un poco más lejos en su recuerdo las cuatro finales perdidas con Nadal en 2006: cuatro de la cinco derrotas que tuvo el suizo durante el año.

Como parte del espectáculo también sobresalieron los habituales intercambios de elogios. "Nadal es mi rival número uno y un gran jugador al que le pertenece el futuro", dijo Federer queriendo marcar su terreno: el presente es suyo. "Nadal es un buen tipo", señaló el suizo.

El español, tras agradecer la asistencia del público surcoreano, recalcó que ambos jugadores son buenos amigos fuera de la cancha. "Tenemos una muy buena relación". Los más de 5.000 espectadores también agradecieron a los dos jugadores su entrega.

El duelo de Seúl fue la primera exhibición que los enfrentó. Los dos se midieron en seis ocasiones en 2006 y un total de nueve, con seis victorias para el español, aunque las dos últimas, la más reciente el sábado en la semifinal del Masters de Shanghai, se las adjudicara Federer.

Los dos llenaron sus bolsillos con cifras que no fueron reveladas por los organizadores, pero que se estiman muy cuantiosas. Quizás por ello los jugadores estaba encantados. "Lo pasamos bien y fue estupendo jugar aquí", dijo Federer. Tanto para él como para Nadal era la primera vez que pisaban Corea del Sur. "Definitivamente es un sitio al que volveremos", dijo el español.

Ambos comenzarán a partir de hoy sus vacaciones. A la vuelta de la esquina está ya un 2007 en el que se verán las caras nuevamente. Pero ya no serán exhibiciones. (DPA)

Federer y Nadal firman autógrafos a los coreanos.