Evo denuncia un “golpe institucional” de la oposición en Bolivia

La Paz.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció que un sorpresivo retiro del Congreso de la principal fuerza opositora era un “golpe institucional a la democracia” que buscaría el fracaso de una nueva reforma agraria y de la nacionalización petrolera.

El repliegue de los parlamentarios de la alianza derechista Poder Democrático y Social (Podemos) no tiene impacto en la Cámara de Diputados pero paraliza al Senado, con graves perjuicios económicos para el gobierno nacional y las regiones, dijo Morales.

Morales denunció el “golpe” al día siguiente de que Podemos, liderada por el ex presidente Jorge Quiroga, decidió el bloqueo legislativo, nuevo capítulo de un largo enfrentamiento provocado por las reformas económicas de línea estatista iniciadas por Morales.

“Quiero pedir al pueblo boliviano que se dé cuenta de este golpe institucional al Congreso, a la democracia”, afirmó el gobernante, quien tropieza también con una dura oposición política y de varios gobernadores a sus planes de “refundar” el país en una asamblea constituyente instalada en agosto.

Mientras Morales denunciaba el “golpe institucional”, proseguían cuatro marchas de indígenas y campesinos rumbo a La Paz, donde pretenden presionar al Senado a que apruebe una ley que acelerará la reversión de tierras improductivas, proyecto duramente resistido por el sector empresarial.

La principal de esas caminatas, iniciada a fines de octubre, llegó el miércoles a la ciudad de Cochabamba, mitad de su recorrido programado de casi mil kilómetros entre la oriental Santa Cruz y La Paz.

“Aquí estamos, caminando más de tres semanas y no a bordo de autos lujosos ni tractores”, dijo en Cochabamba el líder indígena Pedro Núñez, en referencia a la marcha de tractores que realizaron el martes los empresarios agroindustriales de Santa Cruz en rechazo a la “revolución agraria”.

El oficialismo domina ampliamente la Cámara baja, pero Podemos tiene 13 votos en el Senado de 27 miembros y cuenta además con el sufragio del único senador de un partido centrista minoritario. Otros 12 senadores son del oficialismo y el resto de un partido de centro izquierda que suele actuar independientemente.

“Estamos ante imposiciones de las minorías que han sido derrotadas en las elecciones nacionales, municipales y de constituyentes y ahora quieren que este proceso de cambio fracase”, sostuvo el presidente.

Morales, quien llegó al poder en enero como el mandatario boliviano con mayor respaldo electoral en el último cuarto de siglo, dijo que la parálisis del Senado impedirá la ratificación de los 44 nuevos contratos de operación suscritos a fines de octubre con transnacionales petroleras.

“Los que privatizaron y subastaron ese recurso natural no quieren la nacionalización. Si no se aprueban esos contratos, claves para consolidar la nacionalización petrolera, no habrá inversiones”, advirtió.

Señaló que el bloqueo impedía también la ratificación de dos créditos del Banco Interamericano de Desarrollo, por un total de 43 millones de dólares, y paralizaba el desembolso de centenares de millones de dólares para las regiones beneficiadas con la nacionalización de hidrocarburos. (Reuters)