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miércoles,
22 de
noviembre de
2006 |
El oriente de
Bolivia declara
la guerra a Evo
La Paz. - Los dirigentes del poderoso departamento boliviano de Santa Cruz (oriente) realizaron ayer una marcha contra la ley de tierras, y convocaron para mañana a una asamblea, con miras a definir las medidas que asumirán en rechazo a las políticas del presidente Evo Morales contra los prefectos (gobernadores) y en la trabada Asamblea Constituyente.
Productores agrarios y el comité cívico Pro Santa Cruz participaron de una movilización que partió desde la localidad de Warnes hacia Santa Cruz de la Sierra (la capital provincial), donde se realizó un acto. Los sectores agrarios de esa región, que concentran tierras dedicadas al cultivo de soja, azúcar y otros productos, se oponen a un proyecto para modificar la ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria, que prevé la reversión de predios improductivos y la expropiación con indemnizaciones.
"Santa Cruz, el oriente en su totalidad, hemos sido declarados enemigos del gobierno central", advirtió el presidente del comité Pro Santa Cruz, Germán Antelo. "Cuando alguien vota por un candidato es para que haga las cosas bien, no para que se apodere del país y crea que es el único que tiene la verdad absoluta", agregó, en clara referencia a Morales.
Uno de los aspectos más polémicos del proyecto de ley de tierras está referido al pedido oficialista de evaluar cada dos años si un predio está siendo trabajado o, de lo contrario, contemplar una posible reversión. La oposición propone efectuar este proceso cada cinco o cuatro años para evitar la "inestabilidad" en la propiedad.
Por otro lado, partidarios del gobierno organizaron una marcha para apoyar la polémica "revolución agraria". Esta marcha de a pie, que se inició en octubre en Santa Cruz, se encontraba ayer en el distrito central de Cochabamba, tras cubrir unos 400 de los 1.000 kilómetros de la caminata hasta La Paz.
Al margen del tema tierras, Morales también se enfrenta el malestar expresado por seis de los nueve prefectos (gobernadores) del país, que decidieron "romper" sus relaciones con su administración en rechazo a un anteproyecto de ley para fiscalizar a las autoridades locales, además de protestar por el mecanismo de mayoría absoluta impulsado por el partido oficialista en la Asamblea Constituyente.
En ese sentido, al menos cien personas en cinco ciudades se unieron ayer a una huelga de hambre, en rechazo a una norma que da al oficialismo el control sobre la aprobación de una nueva Constitución. La huelga fue iniciada por un grupo de constituyentes del partido opositor Unidad Nacional.
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