Sigue en estado grave el ex espía ruso envenenado

Toxicólogos británicos no logran descifrar qué elemento o sustancia radiactiva se utilizó para enfermarlo

Londres. - El ex agente ruso Alexander Litvinenko presumiblemente no fue envenenado con talio radioactivo, según dijo anoche en Londres el médico Amit Nathwani, contradiciendo un informe previo de un reconocido toxicólogo británico. Según Nathwani, quien trata al ruso en el hospital Universitario de Londres, aún hay que esclarecer la verdadera causa de envenenamiento del ex espía, cuyo estado de salud es sumamente crítico. "De acuerdo a los resultados, el talio no parece ser la causa de su condición actual. Lo han envenenado, así que estamos buscando otras sustancias. Pero es muy posible que no hallemos nunca la causa definitiva", agregó, sin descartar totalmente la posibilidad del talio radioactivo, una sustancia que se degrada muy rápidamente.

Más temprano, el toxicólogo John Henry había dicho que el ex agente ruso podría haber sido envenenado con un tipo de talio radioactivo que destruye las células sanguíneas: "Hay síntomas que concuerdan con un envenenamiento con talio, pero también otros que concuerdan con otro tipo de veneno. No es talio cien por ciento, es quizás talio radiactivo".

Según Henry, los daños que el paciente presenta en la médula ósea y las células sanguíneas sugieren que el envenenamiento se realizó con un elemento radioactivo. Litvinenko también tiene dañados los sistemas nervioso y hepático y su nivel de linfocitos es bajo. "El talio es lo menos importante, la radioactividad parece lo fundamental", declaró. El talio es una sustancia altamente tóxica utilizada como raticida. "Podría sobrevivir, pero el riesgo de que muera es alto", dijo.

Litvinenko, de 41 años, permanece desde el lunes en la unidad de cuidados intensivos, debatiéndose entre la vida y la muerte. El ex agente de la agencia de espionaje rusa FSB, heredera de la famosa KGB, enfermó el 1º de noviembre tras haberse reunido con un contacto italiano en un restaurante de sushi en la capital británica. El ex espía, que reside en Londres desde hace seis años, investigaba la muerte de la periodista rusa Anna Politkovskaya, otra crítica del Kremlin que el mes pasado fue asesinada a disparos en su departamento de Moscú.

La unidad antiterrorismo de Scotland Yard está investigando el caso.