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 miércoles, 22 de noviembre de 2006  
Crimen político. El cristiano Pierre Gemayel fue acribillado en su auto. Era integrante de la mayoría que se opone a Damasco
El asesinato de un ministro contrario a Siria aumenta la tensión en Líbano
El nuevo atentado se produce cuando la facción prosiria que lidera Hezbolá llama a derrocar al gobierno

Beirut. - Un comando de hombres armados asesinó al ministro libanés de Industria Pierre Gemayel, un cristiano abiertamente crítico de Siria, agudizando la crisis entre el Líbano y su dominante vecino. Es el quinto asesinato de figuras libanesas antisirias desde febrero de 2005, cuando fue muerto el ex premier Rafik Hariri. El crimen de Gemayel se da en el contexto de la reciente renuncia al gobierno de los seis ministros prosirios, facción liderada por el grupo extremista islámico Hezbolá. Este afirma abiertamente buscar la caída del actual gobierno, formado por la mayoría antisiria. Este Ejecutivo aprobó la semana pasada la creación de un tribunal internacional a instancias de la ONU para investigar el crimen de Hariri, lo que tensó aún más el conflicto. Anoche en Beirut se registraron protestas violentas en los barrios cristianos.

Al menos tres hombres armados estrellaron su auto contra el de Gemayel en un barrio cristiano de Beirut, salieron del coche y dispararon a quemarropa con armas automáticas dotadas de silenciadores, relataron los testigos. Gemayel, quien era ministro de Industria, fue trasladado a un hospital, pero poco después murió. Tenía seis balazos en su cabeza y cuello.

Gemayel tenía 34 años y era el heredero designado de una dinastía política de primera importancia en Líbano. El ministro, cristiano maronita, casado y padre de dos hijos, era sobrino del también asesinado presidente Bashir Gemayel, muerto en 1982, cuando el país estaba en guerra civil.

"Soy incapaz de hablar y pido que mantengan la calma. Mi hijo ha sido el mártir de una causa y quiero que preserven su martirio. No quiero venganza", dijo frente al hospital el padre del difunto, el ex presidente Amin Gemayel.

Cientos de enfurecidos cristianos acudieron al hospital Mar Josef donde fue trasladado el político. Otros muchos simpatizantes del ministro se congregaron frente a su vivienda en Beirut, en el barrio cristiano de Hury Tabet, y gritaban "Dios bendiga al Líbano".

"Creemos que la mano de Siria está por todas partes", sostuvo Saad Hariri, hijo del asesinado ex premier y jefe de la bancada oficialista en el Parlamento. Damasco se apresuró a condenar el nuevo crimen. "Siria condena fuertemente la muerte", informó la agencia de noticias oficial de ese país, Sana. Ahmed Melli, funcionario de Hezbolá, dijo que el grupo shiíta también condenaba el ataque. Ambos, sin embargo, eran enemigos declarados de Gemayel y del gobierno del que formaba parte, el del primer ministro Fuad Siniora.

El atentado se produjo tras la crisis política que causó la renuncia de seis ministros prosirios al gabinete de Siniora, en protesta porque este aprobó, con el resto de los ministros, la formación de un tribunal internacional para investigar el asesinato de Hariri en febrero de 2005. La investigación preliminar de la ONU apunta directamente al círculo de poder del presidente sirio Bashar Assad y a altos funcionarios del gobierno prosirio que tenía Líbano en aquel momento.

El crimen Hariri desató una ola de protestas populares que hizo caer al gobierno y logró que Siria retirara sus tropas y servicios secretos del Líbano, luego de una ocupación de casi 30 años.

El primer ministro Siniora dijo que el crimen en vez de intimidar a la mayoría gobernante hace que su país esté más decidido a establecer la corte internacional indicada por la ONU. "Los asesinos no nos atemorizarán", afirmó el premier prooccidental. "Los autores sólo querían manchar de sangre nuestro día de la independencia (que se celebra hoy). Gemayel es otra baja que muere por Líbano, por su independencia y soberanía, en el camino de la verdad y por el tribunal internacional", agregó.


Resolución de la ONU
Pocas horas después del asesinato de Gemayel el Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde para que se establezca el tribunal internacional sobre el asesinato de Hariri. Ahora la investigación que hará la ONU está formalmente cubierta por el derecho internacional. El Consejo condenó asimismo el crimen de Gemayel.

El gobierno de Siniora es una alianza mayoritaria de sunitas, drusos y cristianos con fuertes vínculos con países occidentales. Este gobierno, surgido de las elecciones del año pasado que siguieron a la retirada siria, se vio sin embargo jaqueado por los 34 días de guerra en el sur del país entre Hezbolá e Israel, en agosto y septiembre pasados. El conflicto cambió el balance de poder libanés, dando nuevo protagonismo al grupo shiíta, que es apoyado tanto por Damasco como por Teherán. Desde entonces Hezbolá ha presionado para lograr mayor espacio en el gabinete de manera de tener poder de bloqueo de las decisiones. Al ver que no podía lograr esto y que Siniora y sus aliados estaban decididos a aprobar la investigación internacional del crimen de Hariri, el líder de grupo extremista, jeque Hassan Nasrallah, sacó a sus dos ministros del gabinete, a los que siguieron otros cuatro, también prosirios. Hezbolá resistió la retirada de las tropas sirias en 2005 y actualmente llama a derrocar al gobierno.
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Miembros de la familia Gemayel lloran desesperadamente al conocer la noticia.

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