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miércoles,
22 de
noviembre de
2006 |
La tormenta de granizo
¿Quién podrá
defendernos?
Los piquetes y otras demostraciones violentas son nuestro pan de cada día. Y el gobierno, obnubilado por un garantismo judicial que compromete la seguridad de todos los ciudadanos, se resiste a implementar leyes más duras para contrarrestar esta escalada delictiva. En Rosario, los peticionantes por las pérdidas sufridas a raíz de la tormenta se constituyen en piquetes en varios puntos de la ciudad, dificultando el tránsito de otros tantos damnificados como ellos. Y las autoridades están ausentes. En estos días, La Capital publicó un detalle tentativamente económico de los perjuicios sufridos por los distintos sectores sociales. La mayor parte de los deterioros causados por el granizo afectan a la clase que conforma el aparato productivo, el que paga impuestos, el que produce riqueza, el que da fuentes de trabajo. Pero el aparato estatal reparte chapas y colchones frente a las presiones que ejerce un electorado siempre fluctuante y que vota sin pensar. La frutilla del postre, la bolilla negra, es para el comerciante especulador que aprovechando la desgracia de su vecino duplica los precios de los bienes de consumo más solicitados después del desastre, vendiendo sin factura para evitar reclamos. La eterna “viveza criolla”. Y la autoridad a la que hemos confiado con el voto, ¿podrá defendernos?
Carlos Cambiaso Picasso,
DNI 6.052.133
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