La candidatura de Cristina ya se instaló como eje de debate

Macristas y lavagnistas salieron a rechazar la posibilidad de que la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, sea la candidata presidencial por el oficialismo en 2007, y advirtieron sobre una campaña "de distracción" del gobierno para alejar al presidente Néstor Kirchner de la polémica por la reelección.

Sin embargo, el jefe del opositor bloque de diputados Justicialismo Nacional, Jorge Sarghini, fue más allá, y advirtió sobre un supuesto plan del "matrimonio presidencial, para sucederse entre sí", con el objetivo de "eludir la restricción constitucional de la reelección" indefinida.

"En el caso particular de la señora del presidente, no creo que vaya a ser la candidata, pero convengamos que el hecho de ser la señora del presidente le da una característica particular, que se puede volver una suerte de gobierno matrimonial donde pretendan sucederse uno a otro, como forma de eludir la restricción constitucional en materia de reelección", señaló Sarghini.

El diputado -integrante del grupo de ex duhaldistas que impulsan la candidatura de Roberto Lavagna desde una coalición opositora- llamó a "estar atentos" porque, de concretarse el impulso que dieron esta semana varios dirigentes del oficialismo a la candidatura de Cristina, "se cumpliría la Constitución, pero el matrimonio estaría gobernando varios años, sucediéndose uno a otro".

Al respecto, el jefe del bloque de diputados de PRO, Federico Pinedo, desestimó que la eventual candidatura de Cristina sea un tema serio, y por el contrario, opinó que "fue impuesto por el gobierno para distraer a la opinión pública".

"Kirchner lanzó este tema en la agenda de los medios, pero es un no tema", enfatizó el legislador alineado a otro de los posibles candidatos presidenciales de la oposición, Mauricio Macri.

Pinedo advirtió que al lanzar la postulación de la senadora, "el presidente Kirchner busca aparecer como una persona que no se preocupa por la reelección, cosa que no es verdad".