Tiro volvió al triunfo

Elbio Evangeliste / La Capital

Después de tantos despistes, Tiro Federal volvió al carril del triunfo. Dio claras muestras de que todavía debe realizar varios ajustes para que la maquinaria futbolística luzca más aceitada, pero después de diez fechas sin ganar poco importó ese contexto. El cabezazo de Paparatto a seis minutos del final alcanzó para inclinar la balanza (fue 1 a 0) frente a un deslucido San Martín de San Juan. Punto para el piloto de tormenta Angel Della Riva, que en apenas dos semanas logró, al menos desde lo numérico (cosechó 4 puntos sobre 6), lo que hasta ese tiempo parecía imposible.

Unos primeros 45 minutos soporíferos, que irritaron la vista y agredieron la esencia del fútbol presagiaban una nueva cruz en el casillero de las amarguras. Es que ni Tiro ni los sanjuaninos fueron capaces de generar el más mínimo peligro. A tal punto que sólo las dos amarillas mostradas por Maccarone a Kondratiuk y Décima por sendas faltas contra Barrionuevo sirvieron para despabilar a los hinchas. De todas formas en el análisis global los tres puntos parecieron caer en el lugar indicado, aunque sólo por una cuestión de ambición.

Los cachetazos discursivos que ambos técnicos seguramente deben haber pegado en los vestuarios tras la finalización del primer tiempo dieron sus frutos y es allí donde Tiro salió mejor parado. Es que los dos se animaron un poco más -no mucho- y eso alcanzó para hacer la cosa un poquito más entretenida.

Las aproximaciones empezaron a transformarse en acciones de riesgo cuando a Silvonei se le escapó (11') una pelota fácil y Tonelotto, con el brasileño prácticamente en el piso, remató desviado. Fue sin dudas la más clara de la visita y, hasta allí, del partido.

Pero Tiro no tardó en responder. Sobre los 15' Barrionuevo le dio de zurda tras la pifia de Paparatto en el primer palo, pero el remate encontró a Monasterio bien parado.

La ambición tirolense tenía más consistencia que su fútbol. Sólo en ese aspecto se cristalizaba el deseo de ganar. Es cierto que Tonelotto contó con otra buena chance después de una ingenuidad de Casais en mitad de cancha, pero las riendas del partido siempre trató de llevarlas Tiro. Y el premio llegó sobre los 39'. El tiro de esquina de Croce encontró a Paparatto ganando en lo alto y venciendo la estirada de Monasterio.

La alegría del triunfo en Ludueña ya tenía evidentes signos de óxido. El motor futbolístico aún no está en condiciones de programar un viaje de placer, pero haberlo puesto en marcha nuevamente no es poca cosa. El próximo objetivo: trabajarlo y mantenerlo en condiciones para que continúe por el carril del triunfo. El que todos quieren transitar.

Perezlindo se escapa de la doble marca sanjuanina.