Opinión

¿Grondona aplica una teoría de Gámez?

Luis Alberto Yorlano / La Capital

Esto me huele mal. En los últimos años la actitud que asumía el ex presidente de Vélez Raúl Gámez no era nada simpática ni para Julio Grondona ni para el comité ejecutivo de la AFA. Aún se recuerda algunos de las opiniones que semanalmente el famoso Pistola (así se lo llamaba cuando era el capo de la barra de los velezanos) obligaba a los periodistas acreditados en calle Viamonte a permanentes sondeos a los demás presidentes a ver qué opinaban sobre él. Han pasado unos cuantos años y no solo dejó de denunciar, sino que ya avisó que se retira del comité para darle pelea a Grondona en las próximas elecciones en el 2007. No hay dudas que ese momento y el que esperaba desde hacía años Gámez ha llegado.

El fútbol esta pasando por hechos de violencia que muchas veces no tienen justificativos. Algunos hombres del gobierno se han metido en la pelea y parece que estamos en la antesala de decisiones políticas, que estarían ayudando para que Gámez se sienta cómodo en su camino presidencial. De distintos ministerios, donde sus titulares son reconocidos hinchas de clubes de primera división, tienen ganas de meterse en el tema y da toda la impresión que estarían produciendo algo para evitar que se mezclen los patoteros políticos con los que provocan actitudes violentas en las canchas de fútbol. Es difícil, son los mismos. Si algo faltaba esta semana, apareció. Un abogado que representa a un familiar de unos de los muchachos de Gimnasia y Esgrima de la Plata, pidiendo la intervención de la AFA, como ocurrió en época de algunos gobiernos militares y civiles.

Se podrá estar o no de acuerdo con Grondona, pero en la AFA, en la época más nefasta de los gobiernos de factos, se cumplía con los principios democráticos. Grondona suplantó al último interventor el doctor Alfredo Cantilo, que terminaba su mandato con el Mundial 78. Ha llegado la hora que se sienten a resolver esta situación lo que conocen del tema. Lo que pasó en el partido Racing-Independiente no se diferencia de otros clásicos, que para no comerse una goleada hacen despelote para que suspendan el partido, esto ya ocurrió en algunos clásicos rosarinos. El tema de las apretadas de las hinchadas es algo archiconocido, el asunto era no dar ventajas a su clásico rival (Estudiantes), pero hubo algo especial en el partido Boca-Gimnasia, los muchachos se habrían enterado que River habría incentivado a los platenses y quisieron su parte.

No se está hablando claro. Hay funcionarios que no quieren que esta situación los enlode y conociendo las reacciones del presidente Kirchner, tiran para cualquier lado, sin estar seguro que sea el camino correcto. Han sucedido cosas que no se les da importancia. Goux, el jugador de Gimnasia, que aparentemente fue el más duro, se tuvo que ir del club. El fiscal de la causa dijo en su momento "si niegan que hubo apretada se cae la causa". ¿Cómo se puede caer si se conoce a los jefes de la barra, su filiación y donde cumplen funciones? Si quieren terminar con esta historia, hay que echar a quienes les dan impunidad a estos violentos. Casi no se juega la fecha, porque lo jugadores tienen miedo y quieren dar su opinión. Muchos decían que era difícil comprobar la asociación ilícita, pero no para el juez Ramos Padilla, que elevará a juicio oral a Di Zeo y otros barras de Boca, imputándole este delito. Si la barra de Gimnasia estaba permanentemente en la concentración y como lo hacen las otras barras de todos los clubes en el fútbol argentino para apretar o atemorizar, ¿no cometen este delito? Basta de hacerse los distraídos. Si el tema es voltear a Grondona, que sean claros y terminemos con esta historia, de no dejar ir a la cancha a muchos que no tienen nada que ver con la violencia e ingresan los que la provocan. Y lo que más me extraña es que si esto sale bien, ¿no perjudica a Grondona? O habrá que pensar que don Julio sabe de antemano que esto no dará resultado. l