Año CXXXVII Nº 49298
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 12/11
Mujer 12/11
Economía 12/11
Señales 12/11
Educación 11/11
Chicos pero grandes 11/11
Salud 08/11
Página Solidaria 08/11
Autos 26/10

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 19 de noviembre de 2006  
Una película hecha con (y para) teléfonos celulares

Boston.- Las cámaras muestran a un adolescente que baja por una escalera, recitando un monólogo acerca de las tres cosas que las personas deben saber de él: su película favorita es “Lo que el viento se llevó”, le encanta la montaña rusa, y le irrita que la gente no lo tome en serio.

La toma es complicada. Sólo después de varios intentos resulta perfecta. Pero no hay grandes equipos de cine que filmen la secuencia, ni un sistema de sonido profesional, ni rollos de película para registrar el momento.

En cambio todos los participantes, desde los tres camarógrafos y el técnico en sonido hasta los extras, están produciendo la película en miniatura con -y para- teléfonos celulares.

El ejercicio forma parte de una nueva clase en la Universidad de Boston creada a través de una asociación con la empresa de telefonía celular Amp'd Mobile y que enseña el director Jan Egleson. Durante el semestre, los estudiantes producirán una serie de cortos episodios que eventualmente serán distribuidos por la compañía para sus clientes. Los estudiantes se proponen hacer filmaciones usando sólo los teléfonos, pese a los obstáculos causados por sonidos de fondo y por la calidad del video.

La clase, que según las autoridades universitarias es hasta ahora la única de su tipo en Estados Unidos, ofrece a los estudiantes créditos de cursos y la posibilidad de formar parte de una nueva cultura mediática donde cualquier persona, en cualquier lugar, puede crear, distribuir y observar espectáculos usando una variedad de tecnologías emergentes. Amp'd se beneficia de la obtención de ese tipo de contenido creado por una de las audiencias que busca con más ahínco: jóvenes adultos con conocimientos de tecnología.

Amp'd, que cuenta entre sus respaldos financieros a Qualcomm y Viacom, intenta competir con empresas más grandes como Cingular Wireless al publicitarse como una compañía orientada hacia la juventud que ofrece algo más que servicios telefónicos. Vende fragmentos de comedias, historietas y videos musicales para suscriptores a fin de que los observen en sus teléfonos celulares. Los precios van desde 45 centavos de dólar para un solo trasvasamiento, hasta 20 dólares por acceso ilimitado.

“Ellos están en todas partes, en todo momento”, dijo Seth Cummings, vicepresidente de contenidos de Amp'd Mobile, quien ayudó a iniciar su programa en su casa de estudios. “Ellos desean estar en condiciones de llevar sus medios de comunicación con ellos”.

Amp'd ha contratado a escritores profesionales para crear contenido original. Pero Cummings dijo que la compañía decidió trabajar con la universidad de Boston para lograr descubrir artistas en ciernes.

El medio es tan nuevo que los estudiantes y Egleson pasaron parte de su tiempo en una clase reciente debatiendo cómo denominar su tarea. Uno propuso movisodios (episodios móviles). Otros, celunovelas.

“Nos aproximamos a una nueva era de filmación”, dijo Mark DiCristofaro, de 21 años, un estudiante de cine de la universidad de Boston. “¿Por qué no comenzar lo más temprano posible?”.

Debido a que cualquier persona que tiene un teléfono celular puede hacer un video y descargarlo en la internet para observarlo en computadoras o en teléfonos, los estudiantes dicen que esa es una excelente oportunidad para que la gente vea sus obras. Chris Miller, que se graduó en producción para la televisión, dijo que los teléfonos celulares ofrecen a los jóvenes cineastas una nueva manera de distribuir su trabajo.

En ciertos aspectos, la clase de cine de Egleson es muy similar a otras. En la primera hora, guía a los estudiantes con comentarios sobre la edición, el contenido gráfico, la música y el tono. Luego trabajan en la serie, que está enfocada en un grupo de estudiantes, cada uno de los cuales oculta un secreto.

“Lo esencial es que si existe una buena historia y el espectador participa, no importa el formato” utilizado en la filmación, dijo Egleson, que ha dirigido filmes y ha hecho espectáculos para la televisión.

Pero en otras ocasiones los estudiantes y el profesor deben enfrentar desafíos únicos para trabajar con esos negros, brillantes teléfonos celulares proporcionados por Amp'd:

  • Los teléfonos sólo filman secuencias de hasta 15 segundos. Para escenas más largas, como el monólogo en la escalera, hay que usar varios teléfonos.

  • Los teléfonos no recogen bien los sonidos. Durante la clase, los estudiantes intentaron poner un teléfono en el bolsillo de un actor, o usar un “boom” casero, fabricado con un pequeño micrófono y un bastón plegable.

  • En algunas escenas puede verse a los camarógrafos. Por lo tanto, cuando terminan de filmar rápidamente aprietan sus cámaras contra el oído y se convierten en extras que están hablando por teléfono.

  • Tampoco la calidad de las secuencias es tan buena como en los filmes, pues la cámara del teléfono celular registra 15 tomas por segundo, comparadas con las 24 a 30 tomas por segundo en películas o en la televisión.

  • En París se realizó recientemente el segundo festival de cine dedicado exclusivamente a películas rodadas con teléfonos celulares. Pero es demasiado temprano para saber si algún día un poseedor de teléfono celular podrá crear una obra maestra del séptimo arte. (AP)


    enviar nota por e-mail
  • contacto
    Búsqueda avanzada Archivo


      La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados