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sábado,
18 de
noviembre de
2006 |
Asaltantes viajeros. Insólito modo de actuar de tres delincuentes acusados de dos decenas de atracos
Se escondía en Rosario una banda de ladrones que golpeaba en Santa Fe
Ante cada hecho, viajaban en micro hasta la capital provincial y rápidamente volvían por el mismo medio
Sergio Naymark - Leo Graciarena / La Capital
Un ex convicto de 43 años, acusado de cometer dos decenas de asaltos a mano armada en la ciudad de Santa Fe, fue apresado la mañana de ayer en uno de sus domicilios de Rosario. Junto a él cayeron otros dos hombres con quienes, según los investigadores, cometía los atracos después de viajar en un colectivo de línea hasta la capital provincial y regresar inmediatamente de cometidos los hechos por el mismo medio. El líder de la banda, al que irónicamente ayer llamaban en Jefatura como el ladrón viajero, estaba prófugo de la cárcel santafesina de Las Flores desde octubre de 2005 mientras que uno de sus compinches se había fugado de Coronda para la misma época. Desde entonces y hasta ayer habrían cometido una serie de hechos que les reportaron pingües ganancias en efectivo, entre ellos el resonante golpe a una financiera (ver abajo) y que hicieron de ellos a los personajes delictivos más buscados por los efectivos de la Unidad Regional I de policía.
Fuentes policiales dijeron que el jefe de la banda no sólo tenía varios domicilios en Rosario sino también distintas identidades. Roberto Antonio Ramón Coronel, alias Monzón, o Roberto Fabián Coronel, alias Cordobés, fue apresado en una vivienda de bulevar Seguí 116, en la zona sureste de la ciudad por agentes de Seguridad Personal de las unidades regionales I y II de la policía. Con el cayeron José Luis Vergara, de 18 años; y José Ramón Cárdenas, de 37.
Desde hace unos 60 días, Coronel y sus cómplices se habían convertido en una prioridad para los policías santafesinos. El hombre, nacido y criado en la capital provincial, estaba preso en la Unidad II de Las Flores hasta mediados del año pasado cuando fue derivado a una "casa de progreso" del Servicio Penitenciario ya que se encontraba en faz de confianza y período de prueba. Por eso gozaba de salidas transitorias. Fue en una de esas salidas, el 11 de octubre de 2005 cuando decidió no volver y los investigadores le perdieron los pasos.
Desde aquel día, en la capital provincial se dieron varios asaltos similares. Tres hombres llegaban portando armas de fuego a diferentes comercios. Mientras uno hacía de campana, los otros reducían a cajeros y empleados, levantaban el efectivo que encontraban y huían rápidamente sin ejercer violencia ni disparar un solo tiro.
Las descripciones hechas por las víctimas de esa saga de asaltos coincidían en la descripción de los asaltantes y esa fue la primera pista que obtuvieron los pesquisas de la Unidad Regional I. Todos daban características físicas e identificaban en los álbumes de fotos a Coronel. Entonces los agentes empezaron a buscarlo y pidieron ayuda a distintas unidades regionales de la policía provincial suponiendo que se aguantaba afuera de Santa Fe. Y tenían razón: el hombre y sus secuaces estaba en Rosario, donde finalmente cayó ayer.
Pero lo que más sorprendió a los investigadores era el modo de actuar de Coronel y su banda, esa forma que llevó a que lo llamen el ladrón viajero. No sólo "salían de caño" con datos precisos y asaltaban de forma rápida y segura sin ejercer violencia, sino que utilizaban una logística que despistaba a los policías que llegaban a los escenarios de los robos.
Es que los hombres que se habían aguantado en Rosario, donde pasaban como desconocidos para la policía local porque "no tienen tatuajes tumberos, no consumían alcohol ni drogas", como aseguró un pesquisa rosarino, se tomaban el trabajo de viajar a la capital provincial cada vez que cometían un hecho. "Los tipos se tomaban un micro de línea hasta Santo Tomé, allí bajaban y ascendían a un remís con el cual cruzaban el puente carretero para ingresar a la capital provincial y acercarse al blanco elegido. Mientras le pedían al chofer que los espere daban el golpe. Después volvían al remís, retornaban a Santo Tomé y, mezclados con los pasajeros comunes y corrientes esperaban el colectivo que los devolvía en un par de horas en Rosario", relató a La Capital el periodista Juan Trento, del diario Uno de Santa Fe, quien realizó la investigación en aquella ciudad.
La lista de resonantes atracos perpetrados por Coronel y sus compinches con esta modalidad, según dijeron voceros de la Unidad Regional I de policía, incluye los siguientes casos: la farmacia Bosch de San Jerónimo 3299, el pasado 22 de junio; una parrillada ubicada en San Jerónimo al 3100, el 13 de julio; el supermercado Dar de 1º de Mayo y Amenábar, el 22 de julio; un cíber y maxiquiosco de Crespo al 2400, el 26 de julio y el cine América, de 25 de Mayo y Suipacha, el 5 de agosto. También le atribuyen a estos asaltantes los robos perpetrados al supermercado Los Negros de Aristóbulo del Valle al 6600, el kiosco de avenida Freyre y Obispo Gelabert (frente a la cancha del club Unión); el supermercado ubicado en Aristóbulo del Valle y Vieytes; el lubricentro Lagger, de Pedro Víttori al 3700; una panadería de Tucumán y Francia; una pollería de Estanislao Zeballos al 2900 y un supermercado de Alvear al 3900.
Producción periodística: Sergio M. Naymark y Leo Graciarena (La Capital);
Juan Trento (Uno de Santa Fe)
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Roberto Coronel llega esposado a la Jefatura de Santa Fe.
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