Ayer no fueron, el lunes sí

Los jugadores de Newell's se enteraron el jueves a la noche de que existía la posibilidad de una reunión que condicionaría la continuidad del torneo Apertura. Pero no participaron directamente porque nunca estuvo demasiado transparente el mensaje. Lo que sí tenían en claro es que se trataría la posibilidad de un paro, en vista de la apretada que recibieron sus colegas de Gimnasia por parte de barrabravas, antes del partido con Boca.

Ariel Zapata fue el interlocutor con el plantel, ya que fue él quien recibió el jueves una llamada de un colega que milita en un club de Buenos Aires, para informarle de la reunión de ayer. El mensaje habría tomado de sorpresa al Pepi, ya que era la primera vez que una reunión de ese tenor no era convocada por Agremiados, y después de una interconsulta con el capitán rojinegro Justo Villar y otros referentes rojinegros, se decidió aguardar en Rosario la decisión que se tomara.

La primera interpretación rojinegra fue que, si bien creían que había motivos de sobra como para realizar un paro, no estaban convencidos del modo ni de si había otros intereses cruzados, sobre todo de equipos que pelean en el techo de la tabla. Sabían que había intenciones de ir a la huelga pero entendían que de esa forma no estaban dadas las condiciones para llevarla a cabo. Y hasta que si se quería ir a fondo, debían ir más allá de parar por una fecha.

En el seno del plantel leproso entienden también el miedo de sus colegas de Gimnasia, porque ven muy difícil romper el entramado que une a los barras con los dirigentes. Eso sí, el lunes habrá varios representantes de Newell's en la asamblea donde discutirán el tema. Villar, Ré y Zapata irían y se sumarían otros. El tema los preocupa en serio.