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 sábado, 18 de noviembre de 2006  
Buena cara en un territorio cargado de simbolismos

Hanoi. - Desde su llegada a Vietnam, el presidente de EEUU, George W. Bush, se ha visto enfrentado a símbolos de la más amarga de las derrotas de la reciente historia de su país. En el viaje del aeropuerto a Hanoi no sólo ondeaban numerosas banderas rojas con la estrella amarilla, sino que el convoy de vehículos oficiales pasó por el lago sobre el que avión de combate del senador John McCain fue derribado y que lo llevó a pasar cinco años prisionero. "Increíble que estemos aquí", se le escapó al presidente.

Todavía en las primeras horas de la visita de tres días a Vietnam, Bush -tal como en las dictaduras comunistas procede- ha presentado sus respetos al gobierno comunista, que estos días, con inmenso orgullo por una floreciente economía, recibe seguro de sí mismo a los jefes de Estado de medio mundo para el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec)

Bush está preparado para que le hagan preguntas incómodas en Vietnam, un territorio tan cargado de simbolismo para EEUU. Especialmente dolorosos son los paralelismos que se están estableciendo con la guerra de Irak. El presidente tiene que explicar por qué propaga la victoria de la libertad y la democracia, aunque -en opinión de algunos demócratas - dé la impresión de que está haciendo la corte a Vietnam, donde impera el sistema de un partido sin libertad de expresión.

Después de Bill Clinton, Bush es el segundo presidente estadounidense que visita Vietnam tras la guerra y en Hanoi tiene respuesta para casi todo. Por supuesto tiende un puente entre Vietnam e Irak, afirma Bush, quien seguidamente concluye que sobre todo la impaciencia y la falta de determinación de EEUU condujeron al desastre de Vietnam, que dividió profundamente la sociedad norteamericana.


El enemigo terrorista
Su consejero de Seguridad Stephen Hadley había opinado que la diferencia entre Vietnam e Irak es que a fines de los años 60 muchos estadounidenses y soldados tampoco apoyaban la guerra en Vietnam y en la actualidad no es así, ya que en principio sí se apoya la "guerra contra el terrorismo". Además, la retirada estadounidense de Vietnam -continuó- no puso en peligro la seguridad de EEUU. En la actualidad, los estadounidenses saben que una derrota convertiría a Irak en "un puerto seguro para terroristas" y el país se vería amenazado por "atentados como el del 11-S de 2001".

Hadley menciona tangencialmente que hace 40 años, según la famosa teoría del efecto Dominó en la que se basaba EEUU, la caída de Vietnam en manos comunistas iba a convertir a todas las naciones del sudeste asiático en dictaduras comunistas, lo que resultó siendo un disparate.

Ahora, en EEUU protestan contra la excesiva indulgencia y concesiones comerciales que se están haciendo a Vietnam. Bush sin embargo se deshace en elogios sobre esta "joven nación". Muy al margen habla de los problemas con la libertad de religión y la política. Bush ve en Vietnam la muestra de que la historia también puede desarrollarse para bien, que las sociedades y los comportamientos de los países pueden cambiar. Algunos en su delegación temen sin embargo que finalmente no se extraigan precisamente mensajes y señales positivas del Foro y las otras conversaciones que Bush tiene concertadas. (DPA)
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