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 sábado, 18 de noviembre de 2006  
Experiencias para trabajar el lenguaje del cuerpo en las escuelas
La actividad física como espacio de construcción y aprendizaje educativo
Desde el área de educación física provincial buscan intervenir en las aulas para promover el movimiento

Micaela Pereyra / La Capital

“El área de educación física no puede quedarse sólo en el deporte. La educación física es el cuerpo, el movimiento, su expresividad y aprendizaje”, señala Judith Ghizzoni docente en la materia. La educadora junto a otros profesores trabajan en un proyecto de capacitación que busca reformular la educación física, un espacio que en la mayoría de las escuelas sólo reproduce viejas fórmulas y se limita a sacar a los chicos del inmovilismo de las aulas, pero sin promover otras posibilidades de aprendizaje con el cuerpo.

La idea de intervenir directamente en las escuelas para impulsar con los chicos, docentes y directivos, otras miradas de la educación física empezó en 2004, cuando 36 escuelas de EGB de gestión pública y privada, jardines de infantes y escuelas rurales de toda la provincia se apropiaron de la iniciativa surgida desde la Coordinación de Educación Física, Deportes, Recreación y Campamentos del Ministerio de Educación.

El programa —así se llama esta iniciativa— “El lugar de la educación física en la construcción del conocimiento en la escuela” continúa este año; y sólo en la región sur participan 57 escuelas de Venado Tuerto, Cañada de Gómez, Arroyo Seco, Villa Gobernador Gálvez, Puerto San Martín, San Jorge y Rosario. Además desde este ciclo lectivo el trabajo en las instituciones es desarrollado por “parejas pedagógicas” conformadas por profesores de educación física que inician el trabajo para sensibilizar a sus colegas y a los chicos, e instalar así otros significados del trabajo con el cuerpo.

Estas “parejas” se establecen como referentes para cada escuela donde realizan intervenciones con acciones concretas. Comienzan con una capacitación y convocan a los directivos y docentes para que toda la institución se involucre en la educación y aprendizaje del cuerpo. Los referentes o parejas pedagógicas están a cargo de un equipo central que coordina, capacita y evalúa la tarea en las escuelas. En la zona sur este equipo está integrado por Judith Ghizzoni, Horacio Giardini y Edgardo Venturi.

En el marco de este programa que suma la expresión corporal a la construcción del conocimiento en la escuela, el martes pasado se realizó un cierre de toda la experiencia realizada desde el año pasado y hasta ahora. El encuentro fue en el Jardín de los Niños y representantes de todas las escuelas participantes contaron sus aprendizajes, sus dificultades y cómo se abrieron a nuevas actividades que involucran la expresividad del cuerpo en su totalidad.

Desde este programa impulsan la idea de que la movilidad corporal sea trabajada desde todas las áreas, no sólo desde la educación física. Por eso al encuentro de cierre asistieron docentes de todas las especialidades que tomaron este programa para incorporar otros lenguajes al trabajo cotidiano; también concurrieron muchos directivos ya que la idea es que sea un trabajo de conjunto e institucional.

“A nosotros nos sirvió principalmente para trabajar el cuerpo e instalarlo a nivel institucional porque ya veníamos trabajando cuestiones individuales pero cada uno lo llevaba adelante a su manera, desde su visión, esto nos abrió la posibilidad de pensarlo a nivel grupal e institucional”, explica Mariela Cortés, vicedirectora reemplazante y maestra del Jardín Nº 8.057 de Puerto San Martín.

En el nivel inicial es donde más respuesta ha encontrado el programa ya que es en esta instancia escolar donde los chicos tienen más espacios para el movimiento y para el juego. “En los jardines el movimiento es consigna, en cambio en la EGB el movimiento es prohibición, con esta idea hay que romper. Lo que hicieron los referentes fue instalar este debate”, agrega Julia Funes, docente de lengua y ciencias sociales en la Escuela Nº 6.055 Simón de Iriondo, de Rosario.


Distintas necesidades
En cada escuela las necesidades fueron distintas, algunas empezaron el trabajo con los chicos, otros desde los adultos para poder primero soltarse los padres y los docentes y después transmitírselos a los chicos. Para esto en algunas instituciones realizaron una jornada para el Día de la Familia con juegos de integración entre grandes y chicos, cambios de roles entre padres e hijos, juegos con sogas, postas "a upa", búsquedas de monedas, carreras con dificultades, actividades en grupo para terminar con una mateada y una instancia de reflexión de toda esta puesta del movimiento.

“Lo principal es poder entender que todo lo que atraviesa el cuerpo es lo que se vivencia y lo que deja marcado al chico y al adulto”, destaca Mariela Cortés, una docente que insiste en incorporar lo lúdico al aula porque es donde los chicos sienten placer, y lo considera una forma de pensar otra vinculación para el aprendizaje y la expresión con el cuerpo.

En la Escuela Simón de Iriondo el trabajo surgió en 9º año con una murga que los chicos crearon con la profesora de música. Casi toda la escuela terminó ligada a este proyecto participando cada nivel con alguna responsabilidad. “Cuando los demás chicos escuchaban el ensayo todos se querían sumar a la murga, entonces lo que hicimos fue integrar todas las áreas al eje de la murga”, explica Julia Funes y comenta cómo desde cada espacio curricular abordaron la temática.

Cita como ejemplo que ciencias sociales y ética revisaron la historia y los derechos de los negros esclavos de Africa que se expresaban con un tambor; en plástica diseñaron el vestuario y las máscaras; en ciencias naturales investigaron sobre una problemática ambiental actual y a ese mismo informe otros alumnos, en la clase de lengua, lo transformaron en canción, en contenido.

Además intervino la educación física para transformar el movimiento violento en uno creativo, en baile y expresión corporal. “El nudo de nuestro proyecto es hacer acciones colectivas, lo fundamental es que los chicos puedan valorar que lo que otros hacen puede servir para crear una cuestión colectiva”, resalta la maestra Julia y cuenta que finalmente todos terminan involucrados con la alegría de la murga, cantando y bailando.
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Los docentes que participan de la capacitación defienden otra mirada de la educación física en las escuelas.

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