Año CXXXVII Nº 49297
La Ciudad
Política
Economía
Opinión
La Región
Información Gral
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Educación
Estilo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 12/11
Mujer 12/11
Economía 12/11
Señales 12/11
Educación 11/11
Chicos pero grandes 11/11
Salud 08/11
Página Solidaria 08/11
Autos 26/10

contacto
servicios
Institucional

 sábado, 18 de noviembre de 2006  
La gran pregunta de la educación

El papel del Estado, el rol de los docentes frente a la cultura y la escuela como lugar donde se construyen subjetividades son también cuestiones significativas para la secretaria de Cultura y Educación municipal, Chiqui González.

Según señala Chiqui, el anteproyecto de ley de educación nacional que se espera se apruebe antes de fin de año, habla todo el tiempo de inclusión y de crear estrategias para concretarla. “De mi paso por el Estado estoy convencida de que no hay posibilidades de inclusión educativa si no hay una integración de políticas sociales. No hablo de concurrencia, sino de integración; hablo de gabinetes para que se trabaje territorialmente unido, para que el acceso a la escuela sea más igualitario”.

Por eso, la secretaria municipal insiste en decir que el problema de la inclusión en educación no se arregla desde sólo desde el campo educativo. “Se arreglaría —dice— desde otra distribución de la riqueza también. Y en la situación actual se necesita una reforma del Estado mucho menos compartimentado, donde el gabinete social, de educación y salud, y la promoción social sirvan para esto”.

Pero donde la funcionaria elige detenerse es en la función que atribuye a la escuela, y a la gran pregunta que hoy, asegura ronda a la educación.

—Muchos especialistas en educación aseguran que la escuela es el lugar donde se construyen subjetividades. ¿Cuando los chicos piden ser felices en las aulas, que se los reconozca y acepte como son, no están demandando constituirse como personas y no simplemente como alumnos?

—La gran pregunta de la educación hoy no es cómo transmitir el conocimiento sino decir quiénes somos, quién soy. Esto no es antagónico de los otros objetivos de la educación, porque hay que conocer mucho de uno, de los demás, de lo que está lejos, de lo que está cerca, para saber quién soy y quiénes somos. Y en esa pregunta el conocimiento no está separado de la cultura, y el cuerpo no esta separado de la mente; ni el juego está separado del saber ni de los derechos humanos. Eso es importante entenderlo, porque, por ejemplo, si bien es cierto que a los más grandes les resulta mas fácil hablar de derechos humanos, hay muchos chicos de 3 o 4 años que están atacados en sus derechos humanos. Por eso es también un tema para tratar desde el nivel inicial. Y en esa constitución de la subjetividad aparece la palabra, la posibilidad de decirle cosas a los grandes como chico que soy.

—¿Qué lugar deberían ocupar las palabras de los chicos más allá de la norma que apruebe el Congreso nacional?

—Los chicos dicen: “Quiero que me esperan, que me respeten, que no me exijan lo que no sé, que mi palabra sea tenida en cuenta”, son palabras que hay que tener presentes más allá de la ley. Es que los chicos, en definitiva, piden para lo cotidiano, que se implementen modos de convivencia donde no nos matemos entre nosotros en la escuela, que la maestra esté bien, que los medios de comunicación entiendan que son niños y no consumidores; si se toman dos o tres de estas definiciones, seguro servirá a los maestros y a los adultos para seguir adelante.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Notas Relacionadas
Chiqui González: "La educación es muy importante por eso hay que consultar a los niños"



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados