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domingo,
29 de
octubre de
2006 |
Escenario
Dos paisajes bien distintos
Posadas (Enviado especial).- Quizá las dos fotos observadas en Oberá contengan parte del contraste que estará presente en las elecciones de hoy en Misiones. El jueves a la noche, en un acto opositor superior a lo previsto, Juan Carlos Blumberg caminó junto a candidatos de la lista del obispo Joaquín Piña. Fue un escenario poblado de clase media urbana preocupada por las normas de la república y por ahí pasaron los discursos: "No solo está en juego el futuro de Misiones, sino también el de todo el país", dijo Juana Bárbaro, segunda candidata a convencional, una arqueóloga cuya hermana fue asesinada en un robo. La noche anterior, en una plaza situada a 100 metros, el gobernador Carlos Rovira había juntado a los suyos. El paisaje estuvo pincelado por rostros más curtidos, los sacrificados trabajadores rurales de las afueras de la ciudad y los campos de la yerba mate. La capa de la que siempre se nutrió fuertemente el peronismo parece serle fiel también a este gobernante, que en sus modos parece un patrón de estancia. En el interior misionero se cree que Rovira ganará por paliza y determinará el triunfo final. La disparidad de semejanzas en los actos fue prácticamente lo único que se percibió como división de parcialidades. Más allá de la atmósfera preelectoral marcada por la entrega de fondos y mercaderías, la gran mayoría de la gente vivió el proceso en calma, sin alterar su actividad habitual ni prenderse en altercados. La vida de los activistas y militantes no es la del común. Es probable incluso que un buen porcentaje de misioneros desconozca qué es lo que verdaderamente se vota hoy.
D.L.
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