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jueves,
26 de
octubre de
2006 |
El PS fue a Iguazú para
respaldar al ex obispo Piña
Rodolfo Montes / La Capital
Puerto Iguazú (enviado especial). - Los socialistas, con 36 grados de temperatura y todavía con los sacos puestos, recién bajados del avión que los llevó desde Buenos Aires, pisaron a las 11 de ayer la tierra roja de un pueblo quieto y de vegetación exuberante: Iguazú. El obispado de esa ciudad misionera fue el destino y refugio de la delegación de la rosa roja.
Joaquín Piña, dueño de casa y primer candidato opositor a convencional constituyente por el Frente Unidos por la Dignidad, para las elecciones del próximo domingo, los recibió como si fueran devotos de la fe cristiana, integrantes de la familia.
El Partido Socialista (PS) dio un explícito apoyo a Piña, colocando, además, a Mariano Díaz (jefe de esa fuerza en Misiones) en una posición expectante en la lista de 35 candidatos.
Rubén Giustiniani (senador y presidente del partido), Eduardo Di Pollina, Silvia Augsburger y Laura Sesma (diputados), Jorge Rivas, Héctor Polino y Oscar González (secretario general del PS), junto a varios dirigentes del socialismo misionero, se sentaron a charlar con el obispo Piña. No estuvo Hermes Binner, de viaje por Alemania.
"De joven me enseñaron que los socialistas eran malos, pero la vida terminó enseñándome que hay otros en la derecha política que son todavía peores. Así que ya no tengo prejuicios. El único completamente bueno es Dios, los demás somos todos más o menos malos", se despachó Piña, mientras una veintena de miembros del PS celebraban la ocurrencia.
La hora y media de vuelo hasta Iguazú, para llevarle el apoyo político electoral al obispo emérito, había empezado a rendir sus frutos. Entusiasta y de buen humor, el hombre que complicó -y mucho- el plan reeleccionista del gobernador Carlos Rovira disfrutó de una hora de charla con los socialistas.
Giustiniani lo elogió por su "lucha contra la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay". Y porque en Misiones se juega algo importante: "Un sistema de valores puede vencer al poder omnímodo".
Después de analizar la situación política misionera y del país, Piña y los socialistas se saludaron con afecto y desearon suerte. "Sea cual fuere el resultado, usted ya ganó", remató Giustiniani.
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