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jueves,
26 de
octubre de
2006 |
Primer test. Maniobras electorales frustran viaje de estudiantes a Rosario
Alumnos víctimas del clientelismo misionero
Regresan antes de lo previsto porque la camioneta que los trajo a la ciudad será usada para el traslado de votantes
Javier Felcaro / La Capital
A tres días de las elecciones de los constituyentes que decidirán si reforman o no la Carta Magna de Misiones para habilitar la reelección indefinida del gobernador Carlos Rovira, las sospechas de clientelismo no perdonan a nadie. Ni siquiera a un grupo de estudiantes de El Dorado, obligados a regresar antes de lo previsto porque la camioneta oficial que los trajo a Rosario (sede de un encuentro de jóvenes) será utilizada el domingo próximo para el traslado de votantes a distintos cuartos oscuros.
Autorizados por el Consejo General de Educación del gobierno misionero, doce alumnos y una docente del tercero B Polimodal de la Escuela Normal Superior Nº11 llegaron el martes pasado a Rosario con el objetivo de participar del Segundo Encuentro de Jóvenes Críticos y Constructores para una Mejor Sociedad, que hoy y mañana se desarrolla en Carcarañá.
Como los fondos propios no alcanzaban para cubrir los gastos del transporte, la escuela recurrió al intendente de El Dorado, Norberto Aguirre, quien dio una respuesta positiva y gestionó la camioneta.
Todo parecía marchar sobre ruedas hasta que al contingente le notificaron que, como moneda de cambio del visto bueno del Programa de Asistencia Social, debía concurrir a un acto político organizado por la Intendencia en apoyo a Rovira. Fue la primera alarma en activarse.
Tras varias idas y vueltas, en las que la provincia mesopotámica finalmente decidió solventar sólo el medio de transporte, los estudiantes partieron el martes con destino a Rosario. Pero la alegría no tardó mucho en disiparse.
Golpe a la ilusión
Es que, sorpresivamente, desde el Programa de Asistencia Social avisaron que el regreso, pautado junto al Consejo General de Educación para el lunes próximo, se adelantaba para mañana. El argumento: al vehículo lo necesitaban el domingo para el traslado de ciudadanos a distintos centros de votación.
Todo un golpe a la ilusión de los adolescentes que, enfundados en buzos albinegros con el nombre de la escuela estampado en la espalda, corearon un contundente "¡no!" cuando La Capital les preguntó si deseaban retornar a Misiones antes de lo previsto.
Un mojón como parte de una campaña llena de denuncias y que, ayer, tuvo como episodio grave el incendio intencional de una iglesia, que fue inaugurada por Joaquín Piña en 1993 (ver página 9). Además, el propio Rovira acusó a los sacerdotes de "esconder el pasado debajo de sus sotanas".
Otra postal de un Macondo que supera en realismo mágico al que Gabriel García Márquez supo narrar, con un clima sobrecargado de sospechas de fraude y clientelismo que empeora mientras se consumen las horas.
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