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jueves,
26 de
octubre de
2006 |
Impunidad. Trascendente medida judicial por el ataque que causó 85 muertos y cientos de heridos
Acusan a Irán de planear el cruento
atentado contra la sede de la Amia
La Fiscalía pidió capturar al ex presidente Rafsanjani, al ex ministro Alí Fallahijan y a otros altos funcionarios
La Unidad Fiscal que investiga el atentado a la Amia responsabilizó a las "máximas autoridades" iraníes de entonces por la ejecución del ataque el 18 de julio de 1994, que causó 85 muertos, y pidió la captura internacional del ex presidente de ese país Alí Akbar Rafsanjani, de su ex ministro de Información y Seguridad Alí Fallahijan y de otros seis altos funcionarios del régimen.
Los fiscales federales Alberto Nisman y Marcelo Martínez Burgos entendieron que Irán eligió a Argentina como blanco para sus ataques terroristas como respuesta a la "decisión unilateral" del gobierno de Carlos Menem de "rescindir los contratos de provisión de material y tecnología nuclear" firmados años antes con esa república islámica.
Los anuncios fueron realizados por ambos funcionarios poco después de haber entregado su extenso dictamen al juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien deberá ahora decidir si accede a sus pedidos y notifica a Interpol.
Además de Rafsanjani y Fallahijan, la fiscalía requirió la captura de Alí Akbar Velayati (ex ministro de Relaciones Exteriores iraní), Mohsen Rezai (comandante de la Guardia Revolucionaria de los Pasdarans), quienes ocuparon sus cargos hasta 1997.
También pidieron que el juez haga detener al entonces jefe del Servicio de Seguridad Exterior de Hezbolá Imad Fayez Moughnieh; del ex consejero cultural de la embajada de Irán en Argentina Moshen Rabbani; del ex tercer secretario de la embajada en Buenos Aires Ahmad Reza Asghari (o Moshen Randjbaran) y del comandante de las fuerzas QUDS Ahamd Vahidi.
Fallahijan, Reza Asghari, Moughnieh y Rabbani ya tienen orden de captura internacional librada por el ex juez Galeano y reiterada por Canicoba Corral.
"Este no es el fin de la causa, queda pendiente un cruce de llamadas de 300 millones de números telefónicos desde 1991 en adelante y seguir la pesquisa relativa a la conexión local" para lo cual se sigue la línea del camino de la Trafic usada como coche bomba, aclaró Nisman.
De hecho, se le pidió al nuevo juez del caso que deje sin efecto por falta de pruebas nueve pedidos de captura que datan de la época de Galeano, entre ellas la del ex embajador de Irán en Buenos Aires hacia 1994, Hadi Soleimanpour, único que logró ser capturado aunque su extradición fue rechazada por Inglaterra.
Los investigadores dieron "por acreditada la responsabilidad de quienes ejercían el gobierno de de Irán" en la voladura de la Amia. "Sus máximas autoridades de entonces fueron quienes tomaron la decisión de llevarla a cabo, diagramaron su implementación y encomendaron su ejecución a la organización terrorista libanesa Hezbolá", dictaminaron.
Hezbolá "actuó en el caso como un mero apéndice de la voluntad del gobierno de Teherán" y tuvo a cargo la fase final del segundo atentado del terrorismo islámico en Argentina, tras la voladura de la embajada de Israel el 17 de marzo de 1992.
"Se pretendía asestar un golpe en el seno de la comunidad judía" como una política que "en esa época no era excepcional" para la Revolución Islámica, expresaron. En lo referido a los motivos por los cuales se eligió como blanco a Argentina, para los fiscales existen "suficientes elementos de prueba que indican que ello obedeció a la decisión unilateral de nuestro gobierno de rescindir los contratos de provisión de material y tecnología nuclear".
"El desarrollo de su programa nuclear era para Teherán una cuestión de fundamental importancia" y por ello fue "el factor determinante de la decisión de llevar adelante el atentado" tomada por el Comité de Asuntos Especiales liderado entonces por Ali Khamenei, guía espiritual del país, además de Rafsanjani, el presidente.
Si bien en este dictamen no se aludió a los avances en la conexión local del ataque, para los fiscales "elementos extremistas" que frecuentaban las mezquitas chiítas At Tahuid, del barrio porteño de Floresta; Al Iman, de Cañuelas, y El Mártir, de San Miguel de Tucumán, fueron centros de la "estación de inteligencia" montada por Irán en el país desde mediados de los 80.
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Fotos
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Alí Akbar Rafsanjani, entonces presidente de la República Islámica de Irán.
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