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jueves,
26 de
octubre de
2006 |
El efecto puede ser catastrófico
La noticia sobre la presunta profanación de un cadáver perpetrada por soldados alemanes en Afganistán también llegó ayer hasta las radios de Kabul. Pero todavía no se sabe cuándo llegarán las imágenes, que podrían echar mucha más leña al fuego. Su publicación en Alemania se ha producido en un momento en que la situación en Afganistán es más tensa que nunca desde el derrocamiento del régimen talibán, hace cinco años. Y una sola chispa podría desatar una explosión. Las consecuencias que tendrá la divulgación de las fotografías en Afganistán son impredecibles. Según observadores políticos en Kabul, el caso dañará la imagen del ejército alemán y de las tropas de la Isaf en Afganistán. También se discute si los extremistas y otros insurgentes podrían utilizar las imágenes para alimentar el odio hacia las tropas internacionales y los extranjeros occidentales en general. Y en ese caso, las imágenes se convertirían en una amenaza real también para el ejército alemán. El año pasado, la revista Newsweek publicó un informe que narraba cómo en el campo de prisioneros de Guantánamo, Cuba, un Corán -el libro sagrado de los musulmanes-, era tirado a un inodoro. Los disturbios que se produjeron en Afganistán como consecuencia del informe causaron 15 muertos.
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