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jueves,
26 de
octubre de
2006 |
Dos monumentos idénticos que unen a Rosario y Génova
La estatua de Belgrano que está en Rosario tiene una historia llena de afecto de un país hacia otro, que llevó al escultor a crear dos monumentos gemelos, uno para colocar en esta ciudad y el otro en Génova, Italia.
La historia de este suceso, único en el mundo, comenzó a escribirse en 1922 "en torno a una cena que se realizaba en Génova con motivo de la presencia del doctor Angel Gallardo, por entonces ministro de Relaciones Exteriores de Argentina", evocó Silvio Vaccarezza, miembro del Instituto Belgraniano y una de las personas que más estudió la historia del prócer. Entre los comensales se encontraba Santiago Pinasco, quien sería pieza fundamental de esta historia. "En esa reunión nació la iniciativa de erigir un monumento a Belgrano en Génova, ya que el padre del prócer, Domingo Belgrano, era genovés; y otro igual en Rosario, donde se izó por primera vez la insignia patria".
Para lograr el objetivo se constituyó una comisión, encabezada por Pinasco, quien convocó a la colectividad italiana en la Argentina a contribuir con el buen éxito de la empresa.
El artista elegido para realizar la obra fue el escultor Arnaldo Zocchi, quien presentó un boceto donde aparecía la figura del general montado sobre el caballo erguido en acto de saludo, levantando la bandera, símbolo de la gloria y triunfo que a su vez represetaría la creación de la bandera argentina. La maqueta del trabajo se encuentra en el Museo Histórico Provincial Julio Marc.
Para realizar las obras se utilizó el bronce del cañón número 618 bis, de origen español, que se conservaba en el museo de la Dirección General de Armamentos de Guerra, y fue donando por el gobierno argentino.
El 27 de abril de 1925, a las 17.30, sonaron los clarines que anunciaron la llegada del rey de Italia Víctor Manuel III, para inaugurar el monumento al general Manuel Belgrano en la plaza Tomaseo, de Génova, frente a un puñado de rosarinos e italianos.
Para todo esto, ya en 1895 se había sancionado un decreto por el cual se declaraba que "el punto histórico en que Belgrano enarboló, el 27 de febrero de 1812, es el local en que actualmente se encuentra la plaza Almirante Brown (actualmente Parque Nacional a la Bandera)".
En tanto, los donantes explicitaron su deseo de que la estatua fuera emplazada en Rosario, frente al río Paraná, en las barrancas donde flameó por primera vez la bandera. "Deseo que no se hizo realidad", subrayó Vacarrezza.
El 16 de julio de 1928, mediante una nota al intendente de la ciudad, en ese entonces, Tobías Arribillaga, Pinasco pide textualmente "con la llegada al suelo patrio de este monumento (...) solicitamos a Ud. quiera designarle una conveniente ubicación lo más pronto posible, por estar nosotros preparados para comenzar inmediatamente los trabajos de su erección". En la misma carta explicita que el Concejo Deliberante había "señalado como sitio de colocación del monumento la Plaza Belgrano (actual Parque Nacional a la Bandera).
"Con esto Pinasco dejaba a la ciudad un legado que nunca sería respetado", comentó Vaccarezza, uno de los impulsores para que hoy este proyecto se haga realidad.
"La excusa de siempre fue que era imposible trasladarlo", comentó Eduardo Gianatti, también miembro del Instituto Belgraniano. "Ese obstáculo ya no está desde el momento en que se decidió retirar la estatua para restaurarlo".
Ahora la iniciativa está en manos de los concejales y de las instituciones para debatir sobre su destino. Es hora de que los rosarinos tomen parte en las iniciativas y participen con su opinión al respecto.
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