Tenis: Puerta estudia sus chances de volver a jugar

El tenista vino a Rosario a presentar el torneo exhibición que jugará en noviembre en Newell’s

Elbio Evangeliste / La Capital

Mariano Puerta vive el día a día con tranquilidad. ¿Esperando con ansias que el 5 de junio de 2007 llegue cuanto antes para poder retornar al circuito después de la sanción por dóping que recayó sobre su persona tras la final de Roland Garros de 2005 ante el español Rafael Nadal? Nada que ver. Su discurso suena coherente, centrado, pero cada palabra que emite deja entrever que ya no formará parte de la élite mundial del tenis. A tal punto que cuesta mantenerlo concentrado hablando de lo que fue el castigo de ocho años que cayó sobre sus hombros como consecuencia de la ingesta de Etilefrina (la droga de un medicamento que tomaba su esposa), una sustancia prohibida por la Comisión Antidopaje de la Federación Internacional de Tenis (ITF). Si hasta menciona casi como una anécdota la reducción de la pena a dos años tras su descargo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). "Ya me olvidé de todo", fue la muletilla que utilizó en el extenso diálogo que mantuvo con Ovacion previo a la presentación del torneo Rosario Tenis 2006 (ver aparte).

"Hoy ya ni me acuerdo de eso. Estoy disfrutando mucho el hecho de estar con mi gente, con los amigos, viviendo fechas importantes como el Día de la Madre. Estoy haciendo una vida normal, la vida que durante 15 años no pude hacer. Jugué muchos años al tenis y mi intención tampoco era hacerlo mucho tiempo más", declaró el cordobés dejando en claro que ya piensa más como un ex jugador.

-¿Te pusiste alguna fecha tope para tomar una decisión?

-Sé que si quiero volver tendré que hacer una planificación de trabajo de por lo menos cuatro meses antes. Después de esa fecha igual podré retornar al circuito pero no diez puntos como me gustaría hacerlo.

-¿Te animás a decir hoy en qué porcentaje estás afuera de las canchas?

-Te diría un 50 y 50. Hoy estoy contento, relajado y no sé si quiero volver a tomar 100 aviones por año, a cambiar permanentemente de alimentación, de clima, de hora. Todo eso te lleva a que el cuerpo se te haga mierda. Hoy estoy estable en una ciudad, me acerqué más a mi gente y dejar todo eso para ponerme a entrenar a full de nuevo...

-¿Pasaron algunas cosas importantes en todo este tiempo que te ayudaron a olvidar todo lo que sucedió o te lo planteaste así desde un principio?

-No, se dio así. Es como que ya está, ya pasó. Aparte ya hace un montón de todo esto y creo que hasta está gastado el tema. Sé que si quiero jugar, dentro de un par de meses puedo hacerlo y punto.

-¿Con el tiempo sentiste bronca porque consideraste que se trató de una injusticia?

-Según lo que dijeron en la Corte Suprema del Deporte, en Suiza, lo que pasó no se pudo haber evitado. Ellos mismos hablaron de media gota (de Etilefrina) cuando un bebé de apenas 15 días toma cinco gotas. No es reglamentario lo que hicieron. El reglamento tiene un blanco y un negro, pero no grises. Insisto, ya ni me acuerdo del tema.

-Hubo varios casos de dóping con jugadores argentinos en los que después de ser sancionados les rebajaron la pena. ¿Creés que se trata de una casualidad?

-El tema es que lo me pasó a mí fue distinto a todo. Por ejemplo en el caso de Coria se trató de una ingesta de un complejo vitamínico; lo de Chela fueron unas pastillas que le daba un médico y que tenían unas sustancias que él no sabía que estaban prohibidas; Martín Rodríguez tomó demasiado café y se excedió en el límite de la cafeína... Yo metí agua en un vaso que estaba vacío, no había forma de evitarlo. Mi caso era para anular completamente la sanción.

-A eso me refería sobre si sentías bronca.

-En ese aspecto sí. Según la sentencia hubiera correspondido la anulación de la pena. Olvidémosno de Mariano Puerta, si no se anuló este caso de dóping, nunca se va a anular ningún otro.

-¿En la decisión de volver a jugar va a pesar la falta de confianza que te generó el sistema?

-Eso lo evaluaría si me agarran ganas de volver. El tema es que hoy no sé si lo voy a hacer. Tienen que venirme ganas, especialmente porque nunca me caractericé por hacer las cosas a medias. Fui un jugador exitoso y me daría por las pelotas volver y ser 100 del mundo. Si vuelvo, lo haría para estar dentro de los 20 mejores, y a la vez sé que para logarlo voy a necesitar mucho esfuerzo, mucha dedicación y voy a tener que dejar cosas que empecé a hacer en este tiempo y que me gustan mucho. No sé si voy a tener ganas de volver a entrenar siete horas por día.