Sin certezas sobre la presencia de López en Rosario

Javier Felcaro / La Capital

El Ministerio de Gobierno provincial activó ayer todos sus sensores tras la denuncia policial de una mujer que asegura haber visto en Rosario a Jorge Julio López, el testigo clave de la causa contra el condenado represor Miguel Etchecolatz, desaparecido hace 14 días.

La denunciante, de unos 60 años y cuya identidad se mantiene en reserva, dice haber visto en la noche del viernes pasado a un hombre muy parecido al albañil de Los Hornos en compañía de una mujer.

Según notificó a la comisaría 5ta. cerca de las 22.30 (casi dos horas después del contacto visual), estaba caminando por avenida Pellegrini e Italia cuando una pareja la sobrepasó. En ese momento le llamó la atención el parecido del hombre con López. Al llegar a Moreno, este último y su acompañante ingresaron a un local de la cadena de supermercados La Gallega.

La mujer aguardó varios minutos en la vereda y, cuando salieron del comercio, la semejanza del hombre con López no le dejó dudas. La pareja, en tanto, se alejó por Pellegrini en dirección oeste.

Posteriormente, la denunciante alertó a la seccional ubicada en Italia 2153, desde donde se le dio intervención a la jueza de instrucción en turno, Alejandra Rodenas.

La magistrada ordenó que el titular de la comisaría se trasladara al domicilio de la mujer para tomarle una ampliación de declaración. La denunciante se mantuvo en sus dichos. También hubo un nulo reconocimiento fotográfico con comerciantes de la zona.

Consultado por La Capital, el subsecretario de Seguridad Pública de la provincia, Gustavo Peters, confirmó la adopción de los pasos a seguir frente a este tipo de casos.

Se dio cuenta de la situación a la Secretaría de Seguridad Interior de la Nación. Asimismo, las autoridades pusieron en alerta a las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) y tomaron contacto con el fiscal platense Oscar Martini, quien podría disponer nuevas medidas (como citar a la mujer).

No obstante, fuentes ligadas a la investigación relativizaron el valor de la denuncia. "Hay algunas dudas, pero se debe actuar frente a estos dichos", deslizaron.

En tanto, Alicia Bernal, querellante en la causa Feced, denunció públicamente que a las 10.30 de ayer recibió un llamado en el teléfono fijo de su casa que reprodujo las voces de sus compañeros de la UADH, que estaban reunidos en la sede del organismo.

Bernal avisó vía celular a una de esas personas, sin cortar la comunicación por la línea fija, y escuchó la conversación que estaba sosteniendo. Casi de inmediato, cesó el contacto por el teléfono particular.