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domingo,
01 de
octubre de
2006 |
Elecciones en Brasil. Cruce de acusaciones entre el oficialismo y la oposición a horas de la votación
Pese a los escándalos, Lula marcha hacia su reelección
Filtran a la prensa fotos del dinero con el que el PT pretendía comprar informes para perjudicar a sus adversarios
Brasilia. - La marcha del presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva a su vaticinada reelección sufrió una sacudida a pocas horas de la votación de hoy, con una nueva vuelta de tuerca en un intento de "juego sucio" de su partido, ya vapuleado por una serie de escándalos.
El escollo final, que según analistas no sería fatal, se produjo con la difusión de fotos de fajos de dólares y reales que militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) pretendían usar para comprar documentos con los que intentarían perjudicar a la oposición. Las imágenes fueron difundidas el viernes y aparecieron ayer en las primeras planas de los diarios de circulación nacional, agudizando la crisis que estalló hace dos semanas, cuando militantes del PT fueron detenidos con el dinero.
El PT acusó a la campaña del candidato socialdemócrata Gerardo Alckmin de estar detrás de la filtración de las imágenes, sacadas ilícitamente durante una investigación policial e impugnó su candidatura ante la Justicia, según las autoridades. El dinero, equivalente a más de 800.000 dólares, sería presuntamente usado para comprar fotos y documentos que supuestamente vincularían al candidato del PSDB a la gobernación del Estado de San Pablo, José Serra, y en menor grado a Alckmin, con un esquema de compras oficiales sobrefacturadas.
Pese al nuevo escándalo, las encuestas de intención de votos indicaron que Lula, un ex líder sindical de 60 años, seguía firme hacia la reelección, sin necesidad de una segunda vuelta. Serra, en tanto, podría ser electo gobernador de San Pablo, el Estado más rico y poblado de Brasil, derrotando a un candidato petista.
Aunque la oposición blandió el caso de las fotos para dar más peso a sus denuncias contra el PT, para algunos analistas sería demasiado tarde para alterar la decisión de los electores. "La aparición de las fotos del dinero se da muy encima de la hora, tal vez una semana o diez antes provocaría más impacto, pero ahora no, porque el elector no tendría tanto tiempo de conversar, de ver, de escuchar a los formadores de opinión", dijo el politólogo David Fleischer, de la universidad de Brasilia.
Casi 126 millones de brasileños podrán votar hoy, cuando también se elegirán cargos legislativos a nivel nacional y regional, y 27 gobernadores.
Con fuerte respaldo entre los pobres, alrededor de un tercio de la población del país, Lula se recuperó de un anterior escándalo que involucró al PT y siempre estuvo al frente de los sondeos de intención de voto. Las últimas encuestas le dieron un 53% de los esperados votos válidos, contra un 35% para su inmediato seguidor, Alckmin, un médico de 53 años y ex gobernador del Estado de San Pablo.
"Tentativa desesperada"
El apoyo a Lula, según analistas, obedece a la estabilidad económica del país desde que asumió en 2003, así como a una mejoría de los ingresos entre las clases más necesitadas y amplios programas de asistencia social. "La mayor parte de los electores cree que Lula no tiene nada que ver (con los escándalos) y cree que en sus palabras de que fueron los «locos del PT» que hicieron eso", dijo Fleischer aludiendo a acusaciones del presidente contra el grupo de militantes involucrado en el caso.
El ministro de Relaciones Institucionales, Tarso Genro, dijo ayer que el gobierno ya identificó al policía que sería responsable de la entrega de las fotos a la prensa. "La filtración ilegal fue obra de un efectivo de la policía federal, a las órdenes del esquema" de campaña del PSDB y su aliado Partido del Frente Liberal (PFL). Agregó que la difusión de las fotos a horas de las elecciones fue una "tentativa desesperada de crear un hecho nuevo de alguien del PSDB con alguien de la policía federal", había dicho previamente Genro.
El caso agitó a último momento una campaña que había transcurrido en su mayor parte con cierta apatía de la población, dada la ventaja de Lula y nuevas normas electorales que restringieron las actividades proselitistas públicas.
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Fotos
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La apatía ciudadana por los escándalos caracterizó la campaña.
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