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domingo,
01 de
octubre de
2006 |
Desastre. Se cree que la nave cayó en picada luego de colisionar en vuelo con otra máquina
No hay sobrevivientes del avión de Gol que cayó en Brasil
Los rescatistas pudieron llegar ayer al lugar donde estrelló el Boeing que llevaba 155 personas a bordo
Los rescatistas que ayer a la tarde llegaron hasta los restos del avión que cayó anteayer en la selva del Estado brasileño de Matto Grosso, con 155 personas a bordo, informaron que no hay sobrevivientes, según anunciaron autoridades aeronáuticas, de las que se hizo eco el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, quien declaró tres días de luto por la tragedia.
El consulado argentino en Brasil precisó que no hay argentinos entre el pasaje siniestrado.
Los especialistas creen firmemente que la aeronave de la empresa Gol, un Boeing 737-800 que había entrado en servicio hace sólo tres semanas, cayó en picada de 12 mil metros de altura.
El mandatario reveló que el comandante de la Aviación, brigadier Luiz Carlos Bueno, le informó que no hay indicios de sobrevivientes al accidente.
"Quiero pedirle a Dios que nuestros soldados encuentren algún sobreviviente, pero los indicios no son buenos", dijo Lula Da Silva en San Bernardo do Campo, San Pablo, donde hoy votará en las elecciones en las que buscará la reelección.
De todos modos, tras señalar que "la primera impresión, por lo que me dijo el comandante, es que no hay sobrevivientes", advirtió que "tienen que hacer ahora una búsqueda minuciosa para ver si hay alguno".
También el brigadier José Pereira, presidente de Infraero, organismo que supervisa la seguridad aeroportuaria, declaró que "ya no hay más esperanzas de encontrar sobrevivientes", al comentar los datos enviados por los primeros socorristas que llegaron al lugar del accidente.
"Hay que imaginar la velocidad con la que llegó al suelo el avión cayendo de una altitud de 36.000 pies (unos 12.000 metros)", dijo Pereira a los periodistas. "Es muy poco probable que haya sobrevivientes".
Los socorristas tuvieron muchas dificultades para llegar hasta los restos del avión, y debieron abrir un claro entre la espesa vegetación para permitir el aterrizaje de helicópteros.
La confirmación de la muerte de los 149 pasajeros y seis tripulantes convierte al accidente del Boeing 737-800 de la aerolínea Gol, que volaba en la ruta Manaos-Brasilia, en el peor desastre aéreo registrado en Brasil.
Ayer a la mañana habían circulado versiones que afirmaban que al menos cinco personas habían sobrevivido al impacto y habían sido rescatadas por indígenas de la región, pero luego fueron descartadas por las autoridades.
Por la tarde, Pereira había expresado al respecto: "Por mi experiencia, el hecho de que los restos estén concentrados en un mismo lugar, y que no haya humo entre ellos, hace que sea muy difícil que encontremos sobrevivientes. Pero debemos esperar".
Según este funcionario, la disposición de los restos lleva a pensar que el avión cayó en picada, en forma vertical, lo que hacía previsible que todos hubieran fallecido.
Numerosos familiares de los pasajeros y tripulantes se concentraron en los aeropuertos de Manaos, Brasilia y Río de Janeiro, en espera de información.
El avión de Gol partió de anteayer Manaos, capital del Estado de Amazonas, a las 15.30 locales (misma hora en Argentina) y debía aterrizar a las 18 en Brasilia.
La nave desapareció de los radares a las 16.48, cuando estaba a unos 200 kilómetros al sur de la ciudad de Caximbo, municipio de San Felix de Araguaia, sur del estado de Pará.
Era un avión nuevo
El avión de Gol había sido recibido nuevo de Boeing el 12 de septiembre y sólo tenía 234 horas de vuelo, dijo la empresa Gol, que también une Rosario con Río de Janeiro con tres vuelos regulares por semana .
Manaos es una base para el turismo en la Amazonia y sede de varios grupos ambientalistas.
Las autoridades creen que el Boeing cayó luego de haber perdido estabilidad tras rozar a un avión menor, un Legacy 600 de la estatal Embraer que iba en sentido contrario, cuando ambas aeronaves viajaba n a unos 800 kilómetros por hora y con bajas condiciones de visibilidad.
Según esas estimaciones, el avión de la Gol fue golpeado en la parte inferior por el Legacy y, desestabilizado por el impacto, se cayó en picada, lo que puede explicar que los restos estén concentrados en un área relativamente pequeña.
Sin embargo, algunos especialistas dudan de ese presunto roce entre las naves, y recordaron que los dos aviones son de última generación, con sistemas sofisticados para evitar colisiones, y eran controlados por los radares.
El Legacy, un jet ejecutivo de una veintena de plazas que iba a Manaos, sufrió la rotura de un ala y pudo aterrizar en emergencia en una base militar cercana, con sus cinco ocupantes -un brasileño y cuatro norteamericanos, entre ellos un periodista del New York Times- ilesos.
El piloto norteamericano, cuya identidad no trascendió, declaró durante cinco horas, y permanecerá en el país a disposición de la investigación, aunque no en condición de detenido. (Télam)
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Fotos
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Un fragmento del timón del Boeing.
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