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 sábado, 23 de septiembre de 2006  
Gorriarán, el señor de las armas
A diferencia de Santucho, con quien compartió la organización, privilegió la acción violenta a la doctrina

El ex líder del Movimiento Todos por la Patria (MTP) y ex integrante de la conducción del desaparecido Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Enrique Gorriarán Merlo, murió ayer a los 65 años a causa de un paro cardíaco. Estaba en libertad desde hacía poco más de tres años luego de haber estado detenido por el copamiento al regimiento militar de La Tablada.

Gorriarán ingresó ayer al mediodía al Hospital Fernández aquejado por un problema cardíaco, cuya gravedad obligó a trasladarlo al hospital Argerich, donde iba a ser intervenido quirúrgicamente. Sin embargo, a las 16.30, cuando se encontraba en la sala de guardia, sufrió un paro cardiorrespiratorio, en un cuadro de "aneurisma disecante de aorta, que no pudo superar con las maniobras de resucitación", según confirmó el director del centro de salud, Donato Spaccavento.

Las autoridades del Argerich habían sido advertidas por los médicos del Fernández del delicado estado de salud de Gorriarán Merlo, por lo que habían preparado el equipo de cirugía cardiovascular, pero el paciente falleció antes de ingresar al quirófano.

La última actividad pública del ex guerrillero se produjo el año pasado cuando, en Rosario, presentó el Partido del Trabajo y el Desarrollo, con la intención de participar en las elecciones de 2007 (ver aparte). Habían pasado dos años de su libertad, luego de que el entonces presidente Eduardo Duhalde lo indultase junto a otros 16 militantes del MTP, muchos de los cuales ya se encontraban en libertad condicional.

Cumplía entonces una huelga de hambre que había comenzado el 5 de mayo, aunque ya había tomado otras dos medidas similares durante 2000 (en la gestión de la Alianza) que deterioraron su salud.

Estaba purgando una condena a reclusión perpetua, dictada por la Cámara Federal de San Martín en 1992, por haber liderado un intento de copamiento al regimiento militar de La Tablada el 23 de enero de 1989, acción por la que murieron 28 civiles y 11 militares.

Duhalde fundamentó el indulto en la necesidad de "recrear un clima de paz social y reconciliación entre los diversos sectores que componen la comunidad argentina".

Gorriarán fue un hombre polémico que, a diferencia del líder del PRT-ERP, Mario Santucho, ponía mucho más énfasis en la lucha armada que en la acción política. Esa posición le ocasionó muchos problemas dentro del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y de la organización guerrillera que fundó junto a Santucho en la década del 70. Debido a ello fue degradado en varias ocasiones.

Su larga trayectoria guerrillera quedará marcada en la historia por dos hechos fundamentales: la ejecución del dictador nicaragüense Anastasio Somoza, en Paraguay, el 17 de septiembre de 1980, y el frustrado ataque al cuartel de La Tablada, el 23 de enero de 1989, en Buenos Aires.

Sin embargo, en su libro "Memorias" reconoce que "nadie puede estar a favor de la violencia", aunque admite que "ante determinadas situaciones surge la violencia". También señala que su generación "cometió errores" como el de no haber aceptado, por un problema de táctica política, la tregua que le ofreció Héctor Cámpora al asumir la Presidencia de la Nación en marzo 1973.

Sin embargo, justificó el ataque al cuartel de la Tablada ya que lo consideró necesario para frenar la amenaza de las Fuerzas Armadas contra el sistema democrático instaurado a partir de diciembre de 1983.

Tras la muerte de Santucho, Gorriarán se exilió en Nicaragua, donde luchó junto al Frente Sandinista de Liberación Nacional y, tras el triunfo de la revolución, el 19 de julio de 1979, se convirtió en miembro de la seguridad del nuevo gobierno.

Su lado más oscuro fue precisamente el asalto a la Tablada como líder del MTP con el argumento de frustrar un posible golpe de Estado. Nunca quedó claro lo que realmente ocurrió en esa guarnición militar.

Como era su costumbre -ya que en 1972 se había fugado de la cárcel de Rawson con Santucho y un grupo de guerrilleros y se refugió en Chile- logró salir del país. El 28 de octubre de 1995 fue detenido en México, traído subrepticiamente al país y condenado a cadena perpetua por los hechos de la Tablada.
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El 25 de junio de 2005, Gorriarán habló con La Capital sobre sus proyectos políticos.

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