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 miércoles, 20 de septiembre de 2006  
Herramienta terapéutica que busca el sentido de la vida

La logoterapia es un método de tratamiento psicoterapéutico que se basa en la existencia de un inconsciente espiritual y en la intención de encontrarles sentido a los sucesos de la vida humana. A diferencia de la psicoterapia, que parte de la dimensión psicológica, la logoterapia apoya su análisis en la dimensión espiritual. Uno de sus objetivos principales es que la persona logre la autodeterminación en base a la propia responsabilidad y de esa manera aleje de su vida las situaciones que le provocan dolor o sufrimiento, y que en ocasiones, lo conducen a la enfermedad o la muerte.

"La logoterapia es una herramienta que permite despertar en las personas algo que poseen en su interior pero que está dormido. Se trata de sacar eso que está en nosotros, y develar el misterio escondido en cada momento para encontrar un sentido a cada uno de nuestros actos y a la totalidad de nuestra vida", dice Guillermo Pareja, logoterapeuta mexicano que estuvo en Rosario en el marco del Congreso de Logoterapia realizado recientemente en la sala Lavardén. El fundador de la denominada "tercera escuela vienesa de psicoterapia" fue Víktor E. Frankl, uno de los referentes de la psicología existencial desarrollada en Europa.

"En 24 horas podemos pasar por experiencias muy diversas, a algunas las comprendemos intuitivamente y otras nos dejan profundos interrogantes. Los humanos nos hacemos preguntas sobre situaciones particulares, pero también sobre la totalidad de lo que hemos vivido. ¿Qué sentido tiene lo que viví, valió la pena? Cuando la respuesta es no, el individuo decide salirse de la escena. Y ese salir de la escena puede ser lento o radical. La muerte lenta puede darse a través de escapes como la depresión, el abuso de drogas o alcohol, alguna enfermedad, o bien, ante el vacío total, la persona puede atentar contra su vida. Desde la logoterapia acompañamos al individuo a develar esos misterios, para que encuentre el sentido en su vida", ejemplifica el especialista mejicano.

Para esta disciplina el concepto de enfermedad como se lo conoce en Occidente no existe. "Para saber acerca del sufrimiento humano se puede llegar desde la tomografía computada y otras técnicas médicas, pero para conocerlo profundamente se deben caminar las intrincadas callecitas del interior espiritual", explica Gerónimo Acevedo, logoterapeuta quien también participó del Congreso.

Acevedo afirma que la esencia de la logoterapia no pasa por un análisis objetivo de lo que sucede "como lo hace la medicina, que estudia las enfermedades" porque, "nosotros -dice- consideramos que las enfermedades no existen, que son una construcción cultural, porque no hay dos enfermos iguales ni dos enfermedades que también lo sean".

"Más que hablar de enfermedad prefiero decir convalescencia. En la cultura occidental, se plantea la cuestión en términos opuestos, o se está sano o enfermo, y nosotros preferimos pensar que se está siempre convaleciente, ni totalmente sano ni totalmente enfermo", explica Acevedo.

Los logoterapeutas consultados por La Capital destacan que prefieren no referirse a la persona que padece un problema de salud como "paciente". "El que es paciente espera, está en una situación de pasividad, por eso preferimos hablar simplemente de ser humano", destaca Pareja. La logoterapia, explican, "no busca definir la enfermedad sino cómo vive la persona con esa enfermedad y qué quiere hacer con eso que le sucede", puntualiza Pareja.


Ser flexibles
Desde esta disciplina no se descarta la evidencia médica pero se pone el acento en el ser humano de manera integral y no en base a lo que la ciencia dice que padece. "La medicina se esfuerza hasta romperse la cabeza en esta intrincada búsqueda del origen de los padecimientos humanos; pero cuando llega un ser humano al consultorio de un logoterapeuta, con cualquier realidad, no nos basamos en la evidencia médica, no vemos si el médico le dijo que tiene tal o cual cosa, sino que lo recibimos como un ser humano doliente", señala Pareja.

"Nadie recurre a una terapia porque la vida le esté haciendo cosquillas sino porque la está pasando mal. En general los seres humanos venimos con el dolor y el sufrimiento entremezclados. La logoterapia, en términos sencillos, intenta quitar estos pesares a partir de la develación, y así, mostrarle a la persona que los sufrimientos inevitables son pocos, la mayoría de ellos están en el orden de lo que podemos evitar", comenta Pareja.

Pareja relata que cuando una persona recurre a un especialista en logoterapia o un terapeuta cualquiera sea la corriente de pensamiento, lo hace porque está confundido. "El logoterapeuta ayuda a develar el sentido. Es como la danza de siete velos, ayudamos a quitar un velo tras otro, a encontrar algo que ya está. Es como quitar las capas de la cebolla, y entonces, cuando uno llega al centro, el ser humano se ilumina. En esa instancia la persona logra descubrir el para qué me sucede tal cosa, o por qué este encuentro inesperado con alguien, para qué tal sufrimiento, para qué esa pérdida..."
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Gerónimo Acevedo y Guillermo Pareja, los logoterapeutas mexicanos.


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