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miércoles,
20 de
septiembre de
2006 |
Chicas contentas, varones quejosos
Según los manuales de marketing, un cliente satisfecho es la mejor publicidad que puede exhibir una empresa. Y los testimonios que pueblan la página de Hanky Panky (www.hanky-panky.com.ar) hablan de eso. "Mis amigas me regalaron un "Pink Vibe" (vibrador) para el cumpleaños y no puedo dejar de pensar cómo pude vivir estos 34 años sin conocer que existía algo tan increíble", escribe María Laura desde Buenos Aires. "Dan ganas de comprarse todo. Hoy mi marido me prometió traer a casa un kit para usar el fin de semana, aprovechando que los niñitos se van de gira. Después les cuento", jura Lucila. Julia dice que organizaron una reunión de ventas de juguetes eróticos para la despedida de soltera de una amiga. "Son espectaculares. Entre todas le compramos su kit para comenzar con todo su vida de matrimonio", señala la joven entre las decenas de experiencias que se relatan en la página. Todas auspiciosas, a excepción de la de Martín. "¿No hay parties para hombres? ¿Por qué discriminan?", se queja, y advierte que tanto él como sus amigos estarían dispuestos a comprar al "por mayor". Todo un nuevo mercado para explotar.
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