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 sábado, 16 de septiembre de 2006  
Un incendio destruyó una casa y mató varias mascotas

con la propiedad y mató a los animales que convivían con los dueños del lugar: perro, gato, loro y pájaro.

Marcela Albornoz, de 58 años, y Antonio Zeballos, de 65, vivían en una casa de material, con techo de chapa, en Colombia 2369, en la zona oeste de Rosario. En los fondos de la casa, una pequeña casilla albergaba a Florencia, de 15 años, su marido Daniel, de 19, y un bebé de seis meses.

Según relataron los vecinos y los propios damnificados, alrededor de las 4 se desató el fuego en la vivienda de Marcela y Antonio, aunque no saben bien qué pasó. "Algunos vecinos dicen que hubo chispazos afuera, como un cortocircuito o algún cable quemado, y desde allí el fuego entró y quemó todo", indicó Sofía, una nieta de Marcela, quien afirmó: "Se perdió todo, los bomberos llegaron tarde y a la casa ahora hay que demolerla y volverla a construir".

Lo cierto es que fue Daniel quien atinó a salir corriendo a auxiliar a la familia de su esposa, de modo que los cinco moradores salieron a tiempo afuera de las viviendas y salvaron sus vidas.

De acuerdo a los testimonios recogidos por La Capital, el incendio fue tan voraz, rápido y violento que nadie atinó ni siquiera a tirar un balde de agua. Incluso, cuando los bomberos llegaron al lugar del siniestro ya casi no había nada para salvar, aunque sí vallaron la zona e indicaron que hay que demoler la propiedad.

"Dijeron que vendría Bienestar Social a dar ayuda y ver cómo se puede volver a levantar la casa. Así que habrá que esperar", aseveró Sofía. Es que la situación de la familia ya era precaria y ahora aparece como insostenible. Ni Albornoz ni su mujer gozan de jubilación alguna, y sobreviven con las changas que hace el hombre, fundamentalmente arreglando bicicletas. En medio de esas condiciones no ven solución sin ayuda oficial o privada para recuperar la casa.

"Los vecinos y la gente acercaron colchones, comida, algunos muebles, pero ahora faltan los materiales", explicó la nieta de los Zeballos.
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