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sábado,
16 de
septiembre de
2006 |
¿Rayas o
mantarrayas?
A raíz del desgraciado suceso ocurrido la semana pasada al popular "cazador de cocodrilos" Steve Irwin, se ha desatado una serie de inexactitudes en que han incurrido la mayoría -por no decir todos- de los medios que tocaron el tema. Concretamente, utilizaron en forma indistinta las palabras "raya" y "mantarraya", cuando se trata de dos animales completamente diferentes. Por supuesto que un periodista no especializado no tiene obligación de saberlo, pero lo mínimo que podemos pedir es que primero se informe, y luego escriba. Lamentablemente, vivimos en una época en que los medios se han vuelto, en su mayor parte, en repetidores y no en elaboradores de noticias. Solo así se explica que -ante la aparición de un error- el mismo, en lugar de corregirse, se multiplique hasta el infinito. Para salir del círculo vicioso, acompaño mi queja con algunos párrafos del Instituto Argentino de Buceo, publicado en el sitio Barrameda, de mi querida ciudad de Rosario: "Frecuentemente se confunde a las rayas grandes con mantarrayas, a pesar de que las diferencias entre ambas son sustanciales. En principio se podría decir que es una cuestión de tamaño: mientras que una raya grande puede medir dos metros de punta a punta de las aletas pectorales, la mantarraya puede alcanzar los nueve metros. Además, la forma de su cuerpo varía muchísimo: las rayas tienen la boca en la parte inferior del cuerpo y de esta manera la pegan al piso del cual extraen su alimento, en tanto las mantarrayas tienen una boca mucho mayor y ubicada en la parte delantera del cuerpo".
Horacio A. Bultri, DNI 14.143.968
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