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sábado,
09 de
septiembre de
2006 |
Roban celulares por $5.000 en el asalto a un local céntrico
Minutos después un joven fue apresado con 6 de los equipos presuntamente sustraídos. Ayer buscaban a otro
Cuando Roxana levantó la mirada para atender al cliente que acababa de ingresar, nunca imaginó que la iban a asaltar. El hombre, vestido con una campera, actuó con el manual del ladrón. Aceleró el paso y antes de que la chica pudiera parpadear le dijo: "Dame los celulares y la guita". La empleada de la casa de telefonía móvil de Mendoza al 1400 le entregó ocho equipos de gama media por un valor de 5 mil pesos que estaban en un armario a espaldas de ella. Y cuando el hampón abrió una puerta interna para encerrarla en el baño, se topó con otra oficina en la que había varias personas. Entonces salió del local y se subió a un taxi que esperaba estacionado en doble fila. Minutos más tarde, en Entre Ríos al 400 efectivos de Patrulla Urbana detuvieron a un muchacho de 20 años que llevaba en una bolsa seis celulares que podrían ser los robados.
Roxana tiene 25 años y hace un año que trabaja en Send Comunicaciones de Mendoza entre Paraguay y Corrientes, a la vuelta de la seccional 2ª. Poco después de las 17.30 de ayer, la empleada aguardaba sentada en su escritorio el ingreso de clientes. Cuando escuchó que la puerta blíndex se abría, vio entrar a un hombre de unos 30 años vestido con una campera azul. Roxana aguardó que el potencial cliente llegara hasta el escritorio que está de frente a la puerta de ingreso. Pero algo no salió como esperaba.
El hombre aceleró el paso y en pocos segundos transitó los siete pasos que separan la puerta de entrada del escritorio. La empleada lo siguió con la mirada y cuando iba a comenzar con el ritual de la venta, el recién ingresado le dijo: "Dame la guita y los celulares". El ladrón tenía una de sus manos en el bolsillo de la campera y Roxana nunca sabrá si tenía el arma que sugería empuñar. El temor actuó en la mujer como un disparador: se dio vuelta, abrió una puerta y comenzó a colocar equipos de telefonía móvil en las dos bolsas del tipo comercial con manijas que le dio el ladrón.
Así colocó ocho equipos, de un valor de entre 600 y 900 pesos cada uno, en las bolsas. No conforme, el ladrón le pidió Roxana el suyo. Pero mientras Roxana era asaltada, a su alrededor ocurrían cosas que el maleante desconocía. La puerta que estaba detrás de la empleada no era el baño, sino el ingreso a otro oficina donde había por lo menos tres personas, uno de los cuales llamó por celular al Comando Radioeléctrico. Por eso cuando el ladrón le dijo a la empleada que la iba a "encerrar en el baño", ni bien abrió esa puerta se topó con uno de los dueños del negocio que, con cara de pocos amigos, comenzó a correrlo.
Así el ladrón salió apurando el paso tratando de disimular. Así saludó a una mujer que fumaba en la vereda sin saber que era una empleada del local que estaba por entrar a trabajar. Y, según testigos, se subió a un taxi Fiat Duna que esperaba estacionado en doble fila por Mendoza con tres hombres en su interior, uno de ellos el chofer. Uno de los dueños del negocio corrió al taxi mientras doblaba por Corrientes y alertó del robo a una patrulla policial.
"Los ladrones -el de campera azul y otro de remera blanca que fue apresado con los equipos robados- se bajaron del taxi en Corrientes y Santa Fe. Uno se subió a un colectivo de la línea M y el otro huyó a pie", comentó un pesquisa. "El que siguió a pie fue detenido en Entre Ríos al 400 por la Patrulla Urbana. Llevaba una bolsa plástica con seis celulares en su interior", detalló. El detenido fue identificado por la policía como Gastón Totonilli, de 20 años.
"El taxista no tendría nada que ver", explicó el investigador. Mientras tanto, en Corrientes al 1400 Mariana, una de las dueñas de Send, contaba: "Ahora tengo que llevar a la comisaría los números de serie de los equipos para ver si son los que nos robaron a nosotros".
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Fotos
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El ladrón abandonó el local y se subió a un taxi.
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