Demandan al municipio por el derrumbe del parque España

Se presentó en Tribunales uno de los cuatro hombres que cayeron cuando cedió el suelo del paseo, en marzo de 2005

Un hombre de 65 años que resultó con múltiples heridas en el derrumbe del parque España en marzo de 2005 le inició un juicio por daños y perjuicios a la Municipalidad por 351 mil pesos. El demandante es una de las cuatro personas que cayeron al agua junto a la estructura de cemento aquel domingo, y salvó su vida de milagro porque tenía entrenamiento en natación, lo que le permitió salir a flote y resistir hasta ser rescatado. Según la presentación, la Municipalidad demostró "un total desprecio por la vida", al no realizar los trabajos de mantenimiento de los sectores afectados.

La demanda fue presentada en mayo de este año en el Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº2. Ahora se abrirá una instancia de investigación para determinar la responsabilidad del municipio en el accidente que casi le cuesta la vida a Amílcar Leonardo Antonio Sorbara, un jubilado de Litoral Gas que el mediodía del 13 de marzo paseaba por el muelle y terminó hospitalizado tras el desmoronamiento, donde también cayeron otros tres hombres que estaban pescando.

Cuando todavía no se cerró el capítulo en la Justicia por las responsabilidades penales del derrumbe -la Cámara de Apelaciones arribó a la conclusión de que la causa se debe archivar, pero el fiscal del Cámara, Guillermo Camporini, tiene tiempo hasta el lunes para interponer un recurso extraordinario para que sea elevado a la Corte Suprema- ahora una víctima del siniestro demanda a la Municipalidad.

Aunque en este caso la presentación de Sorbara nada tiene que ver con la causa penal, no caben dudas de que suma un ingrediente más a la gran polémica originada a raíz de estado de los muelles de la costa rosarina. El gran interrogante es determinar si se pudo evitar tal siniestro, y si existieron responsabilidades en el cuidado del paseo de los antiguos muelles de madera. Ahora, y a casi 18 meses del hecho, Sorbara pretende un resarcimiento por los padecimientos físicos y psicológicos que le provocaron las lesiones. En rigor, de no ser porque la jornada se presentó con cielo nublado y amenaza de lluvia, el saldo del hundimiento hubiera sido catastrófico.

El día del derrumbe Sorbara caminaba por el parque España, por curiosidad se acercó a unos pescadores que estaban sobre la baranda que da al río. Según su testimonio, escuchó un crujido y rápidamente vio cómo se abría el suelo. Intentó correr hasta la zona firme, pero ya era tarde. Se precipitó al vacío y a los pocos segundos estaba rodeado de hierros retorcidos, escombros y madera, y el agua lo fue tapando en pocos segundos. El hombre yacía en el fondo del río.

Tragando agua, con una pierna fracturada y el hombro dislocado, salió como pudo a flote, aunque la correntada lo arrastró unos metros al sur. Vomitando el agua tragada y con mareos, braceó unos metros contra la corriente hasta tomarse de un pasante de hierro que sobresalía de un pilote, del que no se soltó hasta que lo rescató personal de Prefectura Naval. "Se salvó porque tenía conocimientos de natación y era una persona sana, de lo contrario, otra hubiera sido su suerte", manifestó su abogado, Juan Sánchez Juy.

La consecuencia fue una luxación del hombro derecho, fractura de la rodilla izquierda y del maléolo tibial izquierdo, que obligó a una intervención quirúrgica. Unos meses más tarde el hombro dañado también tuvo que ser operado.

Según los informes médicos "el paciente tienen una incapacidad parcial y permanente que alcanza el 36 por ciento del total/vida". Con respecto a su vida social, muy activa antes del accidente, se vio disminuida y limitada por los padecimientos.

Amílcar Sorbara terminó internado tras el derrumbe.