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sábado,
09 de
septiembre de
2006 |
La Feria
del Libro
Como cientos de personas he asistido a la última edición de La Feria del Libro de Rosario. Pero lejos de sentir admiración y orgullo ciudadano por la magnitud de tal evento, no pude estar más que decepcionado. Me sorprendió muchísimo la desorganización de cada stand y por ende de la feria en general. Ni hablar de la mala predisposición e improvisada preparación de quienes atendían, algunos de ellos ni sabían de qué libros disponían o sus precios. Las novedades literarias o presentaciones especiales de libros fueron escasas. Sin embargo, cabe destacar el intento de algunas editoriales de animar a la compra por medio de las horas de descuentos, anunciadas por los, demasiado ruidosos, parlantes. Probablemente una organización por temas hubiera provisto más claridad y una mejor experiencia a la hora de ver lo que nos interesa. El lugar (el Patio de la Madera) le quedó demasiado chico a la feria: los pasillos eran muy estrechos para caminar (signo de magra planificación, dado que por anticipado se esperaba una masiva asistencia). Y a pesar de la gran cantidad de libros, no hubo variedad, pues los de esoterismo y autoayuda fueron mayoría. ¿Será que el argentino cree haberse reencontrado con la literatura por leer Bucay y El Código Da Vinci?
Fernando Giménez, DNI 32.113.584
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