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Argentina, ¿por qué me echaste?

Hace unos días leí las noticias de Rosario por Internet y ha vuelto a mí el recuerdo de mi vida allí. Añoro los asados del domingo, la cerveza con los pibes en la esquina, el trabajo de mozo en el bar de Rioja y Avellaneda, y a mis amigos. Tantos recuerdos que lentamente se me están borrando, pero es inevitable porque ya pasaron seis años desde que me fui. Y me pregunto, ¿por qué tuve que emigrar? Por tener tres hijas y no poder comprarle un mísero yogur, porque lo que ganaba en mis dos trabajos apenas si alcanzaba para el alquiler, comida e impuestos, porque mi mujer no tenía trabajo, por pelearnos todos los días (es que yo no estaba nunca en casa). Todo esto me da mucha rabia, es que además también dejé en Rosario a mi vieja, a mis hermanos, a mi perro. ¿Por qué Argentina me echaste? Ahora estoy dividido en dos, y estoy anclado, sí anclado aquí en España, porque ha cambiado mi vida y la de mi familia. Tengo casa propia, un coche, mi mujer y yo buenos trabajos, mis tres hijas una muy buena educación, y estamos sanos, estamos bien... En España todo es diferente, es mejor, todo se rige por el camino de la justicia y las leyes, y el de saber pensar. Bueno Rosario, igualmente te extraño, ¿qué raro, no? Es que 26 años viviendo allí es mucho. Espero que todo cambie en mi país y que Dios nos proteja a todos.

Ariel Leonardo Ochoa (España)