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 miércoles, 06 de septiembre de 2006  
Rehabilitación cardiovascular
El ejercicio controlado es vital para los pacientes cardíacos

Florencia O'Keeffe / La Capital

"Vivo mejor, pero también por más tiempo", afirma José Sicilia, un rosarino de 72 años, operado dos veces del corazón y uno de los primeros "alumnos" del Centro de Rehabilitación y Prevención Cardiovascular del Hospital Italiano, quien da fe de los beneficios de la actividad física controlada en pacientes que sufrieron crisis cardíacas.

Las ventajas de esta práctica han sido demostradas a través de los años y de numerosos estudios, pero la experiencia vale más que mil palabras. "Hemos asistido a mejorías asombrosas, pacientes que estaban en lista de trasplantes y fueron retirados a partir de incorporarse al programa de rehabilitación", confiesa José San Dámaso, médico cardiólogo y jefe del centro de rehabilitación del Italiano, además de uno de los miembros fundadores del servicio que está cumpliendo 30 años.

"Cuando empezamos con esta actividad la persona operada del corazón quería recuperarse lo antes posible para jubilarse, ahora lo hacen para volver a sus actividades laborales y sociales", resume San Dámaso.

El secreto de la recuperación de pacientes con problemas cardíacos se basa en una combinación de factores entre los que se destacan: movimiento regular del cuerpo (no menos de tres veces por semana), dieta balanceada, abandono del cigarrillo, menos estrés y mejor manejo de las cuestiones emocionales, siempre bajo la supervisión de un equipo interdisciplinario integrado por médicos, kinesiólogos, nutricionistas, trabajadores sociales y psicólogos.

Personas que tuvieron infarto de miocardio, que pasaron por cirugías de revascularización miocárdica, pacientes con insuficiencia cardíaca crónica, con marcapasos o desfibriladores e hipertensos se anotan en la lista de quienes deben ingresar en un programa de rehabilitación cardiovascular que les permita cambiar hábitos y hasta lograr una mejor calidad de vida de la que tenían antes de la crisis de salud.

"Una de las virtudes del trabajo en un centro especializado es que además de la mejoría a través del ejercicio, podemos pesquisar el síntoma y actuar antes de que aparezca el problema. No sólo estamos en condiciones de hacerlo los especialistas sino también el paciente, porque aprende a detectar si tiene arritmia o si le sube la presión, o si aparece algo como para preocuparse. Gracias a la tarea que realizamos en el hospital estoy seguro que hemos evitado segundas o terceras recaídas en muchos enfermos", relata San Dámaso.

El trabajo de recuperación de un paciente cardíaco comienza en la sala de cuidados intensivos. Es allí, a poco de producida la intervención quirúrgica o la crisis, cuando la persona se encuentra lo suficientemente receptiva como para asumir que debe hacer cambios en su forma de vida. El programa de ejercicios y rehabilitación debe ser diagramado y supervisado por los médicos y contar con la "complicidad" del paciente y su grupo afectivo. "La familia cumple un rol fundamental; en las guías de rehabilitación de los principales centros del mundo aconsejan que cuando el paciente ingresa lo haga, preferentemente, con el apoyo de la familia, eso permite que se involucre más y hasta se sienta obligado a cumplir con el plan. Siempre que existe este tipo de contención afectiva los resultados son mejores", puntualiza.

"Mi señora es la que me apuntala todo el tiempo y la que se encarga de cocinarme sin sal y sin grasas. Mis hijas también son un gran apoyo", confirma Amílcar de Barelli, 68 años, quien a los 50 sufrió un infarto de miocardio, luego en 1995 debió ser sometido a tres by pass y este año le colocaron un stent. "A pesar de todo lo que me sucedió hago vida normal, pero creo que la clave es que soy un buen alumno: voy a hacer actividad física tres veces por semana y no me olvido de tomar un medicamento", confiesa con alegría.


Mente sana
El estado psicológico de la persona define en muchos casos el curso y el éxito del trabajo en el centro de rehabilitación. San Dámaso señala que aun en personas aparentemente tranquilas, que no reflejan estar pasando situaciones complejas, cuando completan el formulario que se les entrega al iniciar las actividades, dejan al descubierto problemas emocionales serios. "El estrés es un factor desencadenante de problemas cardíacos, y además, el hecho de pasar por una intervención quirúrgica, internación, o recibir un diagnóstico, pone a la persona en una complicada situación desde el punto de vista psicológico", relata el médico. Por eso, además de la actividad física programada, el trabajo en el centro de rehabilitación consiste en charlas informativas y formativas, en tanto se promueve la derivación al psicólogo en el caso de que sea necesario.

El beneficio está dado además por la relación con personas con el mismo tipo de problema. "Nos encontramos con gente que tiene la misma patología y que carga, cada uno, con sus problemas. Te encontrás con quien te pone la oreja, desde los compañeros a las enfermeras o el kinesiólogo; acá uno hace contactos, grupos de amigos, hay muchos que se juntan a comer, que van al cine, la verdad es que de a poco empieza a transformarse en una necesidad", confirma Sicilia.


Precalentamiento y relax
Aunque cada paciente tiene su rutina, las actividades en un centro de rehabilitación consisten en una clase de ejercicios físicos que comienza con 15 minutos de precalentamiento. Luego se hace marcha, trote, se trabaja con cintas, bastones y/o bicicletas, por alrededor de media hora. Además, en este centro de rehabilitación hay un gimnasio donde diariamente los concurrentes pueden jugar al vóley. Finalmente se hace una "vuelta a la calma", donde se le dedica especial atención al relax. "Se trabaja en grupos y a cada uno se le toman las pulsaciones y se les controla la presión. A quienes tienen algún tipo de dispositivo se los controla con los aparatos correspondientes. La concurrencia al centro es de alrededor de 3 veces por semana y no hay límites de edad", comenta San Dámaso. Además de las personas con problemas del corazón concurren aquellos que quieren prevenir futuras complicaciones.

Si bien la recuperación de los pacientes coronarios ha crecido en el país en los últimos 30 años a partir del avance de las técnicas cardiovasculares, las intervenciones mini-invasivas y los descubrimientos de René Favaloro, no está todo lo difundida que haría falta, dice el especialista consultado por La Capital.

¿Qué puede decir de estas tres décadas de actividad del Centro de Rehabilitación del Hospital Italiano? "Si tuviera que volver a pasar por toda esta experiencia lo volvería a hacer. Fui testigo de la evolución de gente que no podía caminar y que luego vi jugando al vóley".
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La actividad física incluye movimiento y elongación.

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