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 miércoles, 06 de septiembre de 2006  
Denunció que perdió un embarazo por golpes recibidos al ser detenida
Una joven arrestada por robar dos pantalones dijo en Tribunales que recibió malos tratos en la Jefatura

Una joven de 23 años denunció haber perdido un embarazo de cuatro meses tras ser sometida a malos tratos por parte de policías que la apresaron por el hurto de dos pantalones. La chica expuso ayer en Tribunales que fue empujada y obligada a dormir esposada en el piso de una celda de la Jefatura de Policía. Esos forcejeos, según indicó, le provocaron una hemorragia que se fue haciendo más intensa, hasta que cuatro días más tarde fue derivada desde la celda a un hospital donde le practicaron un aborto. "Pedía que me llevaran a un hospital y no me hacían caso. Yo perdí un hijo y ahora quiero que ellos (por los policías) también tengan algo que pagar", refirió tras presentar la denuncia en el juzgado de Instrucción Nº 6. Sin embargo, la policía desmintió la acusación.

"El día que llegué a Jefatura recibí malos tratos, me empujaron contra la pared, me insultaron. Les dije a los policías que estaba embarazada, pero ellos se burlaban. Estuve todo el día esposada boca abajo en el piso. No me dieron nada para tomar y empecé con pérdidas", relató ayer a La Capital Sandra P., de 23 años, quien acusó de los maltratos a tres agentes de la Brigada de Investigaciones.

El titular de esa repartición, Pablo Pilotti, negó la acusación: "Ella quedó detenida por orden judicial, porque dio una identidad falsa y por sus antecedentes. Apenas estuvo un rato en la Brigada y la trasladaron a la Alcaidía de Mujeres. No se resistió a la detención y cuando la revisó el médico de policía estaba bien. No se cometió ningún maltrato". Tras recibir la denuncia, en el juzgado de Instrucción Nº 6 a cargo de Raquel Cosgaya solicitaron que a la chica la revisara un médico forense y pidieron la historia clínica de la joven en el Hospital Provincial.

Sandra fue apresada hace dos semanas, el miércoles 23 de agosto, cuando caminaba por San Luis y Dorrego. Según el expediente, dos policías de la Brigada de Investigaciones la demoraron y al requisarla detectaron que llevaba dos jean marca Sólido sin la factura de compra. La joven, que tiene antecedentes como mechera según constancias de la causa, fue trasladada al local de Sólido más cercano, en Córdoba y Balcarce, donde el propietario del negocio verificó el faltante y radicó la denuncia.


Falsa identidad
La causa por el hurto quedó asentada en el juzgado Correccional Nº 5. Según fuentes del juzgado, al ser trasladada a la oficina de Investigaciones la joven dio un nombre falso. Al cotejar su verdadera identidad se comprobó que sus antecedentes por robo le impedían recuperar la libertad, porque ya había gastado las dos excarcelaciones previstas por la ley.

Al día siguiente, en su indagatoria judicial, admitió haberse apropiado "sin violencia ni fuerza" de los pantalones. Ese mismo día fue procesada. Ante La Capital, no obstante, Sandra negó haber cometido el hecho. Dijo que los policías le sugirieron que declarara otro nombre para salir pronto en libertad. "Cuando me llevaron a Tribunales no pude decir lo que me había pasado porque estuve todo el tiempo acompañada por una mujer policía", agregó.

La joven vive con sus padres y diez hermanos en la zona sur de la ciudad. Según dijo, se dedica a vender lencería por catálogo. En su denuncia, precisó que la llevaron a Investigaciones la tarde del miércoles 23 de agosto, que pasó esa noche en el piso de una estrecha celda y que permaneció allí el día siguiente. En ese lapso, según su relato, pidió ser trasladada a un hospital o que le dieran toallitas higiénicas, sin que respondieran su reclamo.

La noche del jueves 24 Sandra fue trasladada a la Alcaidía de Mujeres. "Estuve con fiebre y hemorragia abundante. Hasta que el domingo me desmayé y me llevaron al hospital, donde me hicieron un raspaje. El embarazo era avanzado pero yo todavía no le haba dicho nada a mi familia ni me había hecho un control médico. Mi novio está muy angustiado con esta situación", contó la joven, que estuvo internada bajo custodia policial en el Hospital Provincial.

El viernes pasado Sandra recuperó la libertad tras nueve días de detención, luego de que su defensor presentara un pedido de sustitución de la prisión en el juzgado Correccional. El abogado de la joven, Guillermo Muratti, destacó "la celeridad del juzgado" para resolver la solicitud. Al día siguiente la chica volvió a su casa.

De acuerdo con un parte médico que la chica acompañó a su denuncia, ingresó al hospital con un "aborto incompleto infectado, con descompensación hemodinámica". Le practicaron un raspaje y debieron transferirle sangre durante "cinco días de tratamiento, por vía endovenosa". Al darle el alta le prescribieron antibióticos por 14 días. "Todavía me siento débil y por todo lo que pasó empecé un tratamiento psicológico", agregó tras la presentación judicial, donde no identificó a los policías denunciados pero sí describió su aspecto físico.
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Sandra P., ayer en Tribunales.


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